Antirituales de inicio de AÑO, (o cómo sobrevivir al calendario sin incienso ni culpa”)

En esta columna, Mónica Castilla propone una forma distinta —y deliberadamente incómoda— de enfrentar el inicio de año. Lejos de rituales, decretos o promesas grandilocuentes, la autora plantea una serie de “antirituales” que invitan a la conciencia cotidiana, la honestidad personal y la responsabilidad sin adornos.

Mónica Castilla firma una reflexión crítica sobre los rituales de Año Nuevo y la presión por “empezar de cero”./ Mónica Castilla
Mónica Castilla firma una reflexión crítica sobre los rituales de Año Nuevo y la presión por “empezar de cero”./ Mónica Castilla 

Antirituales de inicio de AÑO, (o cómo sobrevivir al calendario sin incienso ni culpa”).

Por Mónica Castilla

Advertencia inicial (no ritualizada)

Este texto no requiere luna llena, numerología favorable ni ropa interior cromáticamente alineada. Puede leerse cualquier día.
Produce alivio inmediato y responsabilidad progresiva.

Antiritual #1: No hacer absolutamente nada a las 00:00

El primer gran acto de rebeldía espiritual es no hacer nada.

No decretar. No escribir. No visualizar. No pedir!

Solo estar ahí, medio cansado, medio vivo, escuchando fuegos artificiales ajenos y pensando: “Ah… otro año más.”

Este antiritual honra una verdad incómoda: “El universo no se reinicia cuando el reloj cambia.”

La columna cuestiona la idea de que el calendario reinicia la vida y pone el énfasis en la responsabilidad personal./ Pixabay
La columna cuestiona la idea de que el calendario reinicia la vida y pone el énfasis en la responsabilidad personal./ Pixabay 

 

Antiritual #2: Aceptar que no tienes los objetos correctos (ni ganas)

No hay uvas. No hay velas. No hay palo santo. No hay wishboard…Excelente!

El deseo humano de creer que el objeto hace el trabajo pierde su mito.
Aquí solo quedas TÚ, sin adornos!

Antiritual #3: Declarar que no sabes qué quieres (y sobrevivir)

En lugar de: “Este año tengo claro todo.” Prueba con: “No tengo idea de qué quiero, pero estoy dispuesto a descubrirlo.”

Este antiritual rompe con la fantasía del adulto iluminado y abre espacio a algo más honesto: el proceso.

Antiritual #4: Visualizar que todo sale mal (y ver que no pasa nada)

Imagina: Que no llega el amor, Que el dinero no fluye, Que no cumples metas, Que no te transformas mágicamente.

Respira. ¿Ves?, El mundo sigue girando!
Este antiritual debilita el miedo y fortalece la autonomía.

Antiritual #5: Convertirte en tu propio altar!

Sin fechas, sin manteles, sin símbolos.

Tu cuerpo aquí; Tu mente ahora; Tu palabra un eco de tu corazón.

Si hay algo sagrado, es lo que haces cuando nadie te está mirando.

Antiritual #6: Cambiar decretos por decisiones pequeñas!

En vez de: “Atraigo abundancia”; Prueba: “Hoy pongo orden el algo que evito.”

En vez de: “Elijo el amor”; Prueba: “Hoy digo la verdad.”

Este antiritual es poco fotogénico, pero altamente efectivo.

Antiritual #7: No culpar a la luna, al karma ni a la numerología del año!

Nada de: “Este año viene pesado.”, “Es que la energía…”, “A mi signo le irá mal”.

Este antiritual devuelve el control donde siempre estuvo: en tus elecciones.

Antiritual #8: Practicar ética silenciosa!

Nadie lo ve, nadie lo celebra y funciona.

Cumple tus acuerdos,

Respeta los límites,

no te traiciones,

actua con congruencia y prudencia.

Este es el ritual más antiguo y menos popular.

Una mirada distinta al inicio de año: menos incienso, más conciencia, según plantea Mónica Castilla./ Pixabay
Una mirada distinta al inicio de año: menos incienso, más conciencia, según plantea Mónica Castilla./ Pixabay 

Antiritual #9: Tratar el año como un camino, no como un evento!

El año no se “empieza”; Se camina!.

Un día malo no arruina nada.
Un día consciente lo cambia todo.

Antiritual #10: Recordar que no estás tarde!

No perdiste la hora. No fallaste el portal. No se cerró nada.

La vida no tiene ventanas energéticas, tiene presencia disponible!.

Frases sin poder mágico, pero con dirección!

Amor, “Elijo relaciones donde puedo ser auténtico.”

Dinero, “Hago algo útil y lo sostengo.”

Salud, “Me escucho y me atiendo.”

Propósito, “Camino, aunque no vea el mapa. Confío en mi proceso”

Servicio, “Mi vida mejora cuando mejora la de otros.”

Un cierre sin campanas!

Si este año no haces rituales, si no decretas,si no manifiestas…tranquilo!

Mientras actúes con conciencia, ya estás practicando el único antiritual que SÍ funciona!

El texto propone “antirituales” como una forma de asumir el año sin decretos ni espiritualidad de consumo./ Pixabay
El texto propone “antirituales” como una forma de asumir el año sin decretos ni espiritualidad de consumo./ Pixabay