Entrar o salir de Estados Unidos nunca había sido tan invasivo. A partir de hoy, la Patrulla Fronteriza implementará un sistema obligatorio de recopilación de datos biométricos y genéticos para todas las personas extranjeras que deseen ingresar o salir del país. Así lo informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), con el argumento de que se busca “mejorar el control migratorio”.
La medida aplica para turistas, estudiantes, trabajadores temporales, personas con residencia permanente (green card), adultos mayores, menores de edad, y cualquier otra persona que no tenga la ciudadanía estadounidense.

¿Qué te van a pedir?
El nuevo sistema requiere que todos los visitantes entreguen los siguientes datos:
- Huellas dactilares
- Escaneo del iris
- Escaneo de cuerpo entero
- Registro de voz
- Y en algunos casos, muestra genética (ADN)

Todo esto sin excepción, en todos los puntos de entrada o salida del país, ya sea por tierra, mar o aire: aeropuertos, puertos marítimos, cruces fronterizos en auto o a pie.
Hasta 75 años almacenados
El DHS indicó que esta información se almacenará por 75 años en sus bases de datos, con el fin de detectar fraudes, prevenir estancias ilegales y reforzar la seguridad fronteriza.

“El sistema biométrico integrado de entrada-salida permitirá verificar identidad real, detectar estancias más largas de lo permitido, prevenir fraudes de documentos, reingresos ilegales y que los residentes vivan legalmente dentro del país”, explicó la agencia.
Aunque la medida busca facilitar y hacer más eficiente la gestión migratoria, para muchos representa una invasión a la privacidad, especialmente porque también se solicitará el historial de redes sociales de los últimos cinco años como parte del proceso de ingreso.

Esta disposición aplica incluso para países que estaban exentos de visado, como Australia, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y algunos de Europa.





