México está a punto de lanzar su primer auto eléctrico hecho completamente con talento nacional. Se trata de Olinia, un vehículo ultraligero que promete revolucionar la movilidad urbana, con un diseño funcional, precio accesible y un símbolo cargado de identidad: una liebre con alas, inspirada en los alebrijes.
El proyecto es encabezado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, en colaboración con el IPN, la UNAM, el TecNM y centros públicos de investigación, bajo un modelo inédito de cooperación académica.
“Olinia se ha vuelto un proyecto emblemático porque ha dado orientación a diversas instituciones y programas académicos alrededor de un propósito común: desarrollar un vehículo que llegue al mercado, genere ingresos y reinvierta en nuevos programas de innovación”, explicó Roberto Capuano, coordinador del proyecto.

En septiembre se presentará el diseño final y en junio de 2026 se lanzará una flotilla piloto. El vehículo será eléctrico, ligero, con capacidad para subir pendientes, recargable en enchufes comunes y más barato que una moto.
Además del rendimiento técnico, Olinia incorporará un símbolo mexicano como marca de fábrica: “Representa el vuelo de la innovación y será el distintivo de calidad de nuestros vehículos”, señaló Capuano al referirse al alebrije con forma de liebre alada.
Tecnología con acento mexicano
El IPN encabeza tres áreas fundamentales: diseño exterior, diseño interior y sistemas embebidos —es decir, el software que operará el auto—. También desarrolló el cargador, la infraestructura de pruebas y un sistema de gestión de calidad.
“No nos limitamos al diseño; desarrollamos el cargador del vehículo, la infraestructura de pruebas y un sistema integral de gestión de calidad”, indicó Arturo Reyes Sandoval, director del IPN.
El TecNM, por su parte, movilizó a más de 30 investigadores de 20 institutos, quienes trabajan desde Puebla para fortalecer la independencia tecnológica del país. “Es una tarea de Estado y un compromiso con la independencia científica y tecnológica del país”, señaló Ramón Jiménez López, director del TecNM.

Menos gasolina, más innovación
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que el objetivo es lanzar los primeros modelos a mitad de 2026 y que tengan un costo por debajo de cualquier auto eléctrico comercial.
“Tienen que ser eléctricos, no contaminantes, adaptados al uso que le damos en México, y recargables en cualquier conexión doméstica”, afirmó.
Más allá del automóvil, también se avanza en Kutsari, el Centro Nacional de Diseño de Semiconductores, con sedes en Puebla, Guadalajara y Sonora. El objetivo: desarrollar tecnología propia y fabricar el primer chip comercial mexicano antes de que termine el año.
“Olinia y Kutsari son el inicio de una nueva etapa del país, en donde las ciencias y las humanidades se convierten en justicia social, y la tecnología es soberanía”, subrayó Rosaura Ruiz, secretaria de Ciencias, Humanidades e Innovación.

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