¿Y si tú pusieras el precio a lo que comes? En la Ciudad de México ya es posible, gracias a la iniciativa “Pide lo que quieras, paga lo que puedas”, creada por los chefs Norma Listman y Saquib Keval, del restaurante con estrella Michelin Masala y Maíz. La idea es simple, pero poderosa: romper con el consumo elitista de la alta cocina y devolverle a la comida su valor social y comunitario.

Comer bien sin que el dinero sea una barrera
En esta dinámica, los comensales disfrutan de un menú especialmente preparado y, al final, ellos mismos deciden cuánto pagar por los platillos, bebidas y experiencia. No hay precios fijos. No hay etiquetas. Solo comida, hospitalidad y la libertad de decidir cuánto vale lo que se comió.
“Es un pequeño gesto que genera un gran impacto”, afirman los creadores.
La propuesta responde al contexto actual de la capital: la inflación, la gentrificación, la llegada de nómadas digitales y el aumento del costo de vida. Los chefs buscan hacer una crítica al sistema y, al mismo tiempo, crear un modelo más humano e incluyente.

Restaurantes top que ya se sumaron
Este año, la iniciativa no se quedó en Masala y Maíz. Otros restaurantes top y cafés reconocidos de la CDMX también se unieron, algunos incluso con estrellas Michelin en su historial, llevándose a cabo el próximo miércoles 27 de agosto.
Con estrella Michelin:
- Masala y Maíz (Centro)
- Expendio de Maíz Sin Nombre (Roma Norte)
- Baldío (Condesa, estrella verde por sostenibilidad)
Otros espacios participantes:
- Malix (Polanco)
- Loup Bar, Fideo Gordo, Bao Bao, AHUMALIA, Mux México (Roma)
- Umani (Juárez)
- Via Sol (Escandón)
- Destello (Benito Juárez)
- Sobremesa (Coyoacán)
Cafés y panaderías:
- Cicatriz Café, Cinco y Dos Panadería (Cuauhtémoc)
- Outline (Roma)
- Ciclo (Escandón)
¿Y cómo funciona exactamente?
Los restaurantes preparan una experiencia gastronómica con menú especial. El comensal disfruta la comida y al final evalúa:
- ¿La comida estuvo rica?
- ¿Fue buena la atención?
- ¿La experiencia lo valió?
- ¿Cuál es el valor que le das a lo que viviste?

Con base en eso, el cliente elige cuánto pagar. Así, se invita a reflexionar no solo sobre el precio de los alimentos, sino sobre el valor de la cocina, el trabajo en cocina y el acceso igualitario a la gastronomía.




