El gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, aplicó un pisotón firme a la evasión fiscal en el sector del calzado. A través de un decreto publicado este 28 de agosto en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se anunció la prohibición temporal de la importación de calzado terminado bajo el programa IMMEX, tras detectarse un aumento alarmante del 159% en la entrada de estos productos al país.
La medida responde a una investigación conjunta entre la Secretaría de Economía, el gobierno de Guanajuato, el municipio de León y empresarios del sector. De acuerdo con el titular de Economía, Marcelo Ebrard, la trampa estaba en el mal uso del programa IMMEX, creado para empresas exportadoras, pero utilizado para vender zapatos en México sin pagar IVA ni aranceles de hasta 25%.
“Ya no se reanudará, sino que tendrá que ser importado y que pague impuestos”, afirmó Ebrard.

Un clavo más al abuso fiscal
El decreto establece que el programa IMMEX dejará de aplicarse en la industria del calzado, lo que busca frenar el contrabando técnico y la competencia desleal. Según datos oficiales, entre 2019 y 2024 la industria nacional sufrió una caída del 12.8%, mientras miles de pares de zapatos entraban al país con precios por debajo del mercado.
“El calzado es un símbolo de la identidad productiva de México”, recordó la presidenta Sheinbaum, quien además señaló que se trata de un sector estratégico con entre 120 mil y 130 mil empleos directos.

Zapato nacional sí, trampa fiscal no
La medida forma parte del Plan México, una estrategia que pretende defender a los productores nacionales, especialmente los de Guanajuato, frente al contrabando y la evasión. Además, el decreto ya está en vigor y estará bajo revisión constante para medir sus efectos económicos y sociales.
Con esta decisión, el Gobierno busca darle un respiro a una industria golpeada por la piratería y la trampa fiscal, apostando por un mercado más justo, parejo y hecho en México.





