Con la temporada de lluvias en su punto más alto, las tormentas eléctricas se han convertido en un fenómeno recurrente en gran parte del país. Se caracterizan por la presencia de rayos, truenos, lluvias intensas y, en ocasiones, granizo, condiciones que pueden ocasionar desde afectaciones a la infraestructura y cortes de energía, hasta poner en riesgo la vida de las personas.

De acuerdo con autoridades de Protección Civil, antes de una tormenta eléctrica es fundamental mantenerse informado mediante las alertas emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional y evitar actividades al aire libre cuando se observe la llegada de nubes oscuras y descargas eléctricas a lo lejos.
Durante la tormenta, se recomienda refugiarse en espacios cerrados como viviendas o vehículos con las ventanas arriba, evitar resguardarse bajo árboles aislados y mantenerse alejado de postes, antenas y estructuras metálicas. Asimismo, es aconsejable desconectar aparatos eléctricos y no utilizar teléfonos fijos conectados a la red.

Un consejo clave es aplicar la regla 30-30: si el intervalo entre el relámpago y el trueno es de menos de 30 segundos, es señal de que la tormenta está lo suficientemente cerca para representar un peligro, por lo que se debe buscar refugio de inmediato.
Las autoridades también recomiendan extremar precauciones en zonas rurales o descampadas, donde el riesgo de impacto directo es mayor, así como evitar el contacto con agua durante la tormenta, ya que puede actuar como conductor de la electricidad. Seguir estas medidas puede reducir significativamente el riesgo de accidentes y prevenir lesiones graves durante estos fenómenos naturales.





