En lugar de buscar un alto al fuego, como ha sido la línea de Estados Unidos hasta ahora, el presidente Donald Trump cambió de rumbo tras reunirse con su “amigo” Vladimir Putin y pidió a Ucrania ir directo a un acuerdo de paz con Rusia. “Rusia es una potencia muy grande, y no lo son”, soltó el mandatario, echando por tierra los esfuerzos previos del Congreso y sus aliados europeos.
Trump y Putin se encontraron durante casi tres horas en Alaska, en el marco de una cumbre que, pese a la expectativa, no logró avances concretos hacia un cese de hostilidades. Sin embargo, el magnate insistió en que un tratado de paz sería la única vía posible para acabar con la guerra. “Estaba determinado por todo lo que la mejor manera de poner fin a la horrible guerra entre Rusia y Ucrania es ir directamente a un Acuerdo de Paz, que ponga fin a la guerra, y no a un mero acuerdo de alto el fuego, que muchas veces no se sostiene”, publicó Trump en Truth Social.

Putin, feliz con el cambio
Por su parte, el presidente ruso incluso le dio la razón a Trump en una afirmación que dejó helado a más de uno: “Hoy, cuando el presidente Trump está diciendo que si él fuera el presidente entonces no habría guerra —estoy bastante seguro de que así sería. Puedo confirmarlo”, dijo Putin ante la prensa.
El líder ruso aprovechó para culpar a Biden del conflicto: “Me gustaría recordar que en 2022, durante el último contacto con una administración previa, intenté convencer a mi anterior colega estadounidense de que la situación no debía llevarse al punto sin retorno. Lo dije claramente en ese entonces: es un gran error”.

Ucrania, sin rendirse
Pese a la presión, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy anunció que viajará a Washington para reunirse nuevamente con Trump. Aunque no hay fecha para verse con Putin, el encuentro con el presidente estadounidense se realizará este lunes en la Casa Blanca. Cabe recordar que el pasado febrero, Trump y su vicepresidente JD Vance regañaron públicamente a Zelenskiy por “ingrato”.
Europa, mientras tanto, prometió seguir apoyando a Ucrania y endurecer las sanciones contra Rusia, aunque algunos gobiernos ya temen que este nuevo giro diplomático deje a Kiev con menos margen de maniobra.
El panorama sigue complicado: más de un millón de personas han muerto o resultado heridas desde el inicio de la invasión en 2022. Las tropas rusas avanzan lentamente, pero de forma constante. Para Moscú, el acuerdo de paz propuesto no es una pausa, es una victoria.





