El Aviva Stadium vuelve a vibrar cuando la República de Irlanda reciba a Hungría en un duelo que puede marcar el rumbo del Grupo de Clasificación al Mundial 2026. Los irlandeses saben que, frente a su afición, no tienen margen para fallar si quieren sostener su lugar en la parte alta de la tabla. El apoyo de más de 55.000 espectadores promete convertirse en un factor decisivo.
El balance reciente de Irlanda muestra luces y sombras: cuatro victorias, dos empates y cuatro derrotas en sus últimos diez partidos. Sin embargo, los amistosos disputados en meses anteriores dejaron señales positivas, con empates ante Luxemburgo (0-0) y Senegal (1-1), además de dos victorias sobre Bulgaria. Esos resultados, aunque discretos, reforzaron la confianza en la solidez defensiva del equipo y dejaron la sensación de que la escuadra puede competir ante rivales de diferentes estilos.
Hungría llega a Dublín con la presión de mejorar su rendimiento fuera de casa. Sus últimos doce encuentros muestran un panorama complicado: apenas dos victorias y cinco derrotas. El triunfo más reciente frente a Azerbaiyán (2-1) sirvió como alivio, pero las derrotas sufridas ante selecciones de mayor jerarquía como Suecia y Turquía reflejan que el conjunto magiar todavía lucha por encontrar constancia. La fragilidad defensiva es el principal desafío que deberá afrontar en su visita al Aviva Stadium.
El último enfrentamiento directo entre ambos equipos, un amistoso en 2024, terminó con triunfo irlandés por 2-1. Ese antecedente fortalece la confianza de los dirigidos por Stephen Kenny, que ven en este choque una oportunidad para consolidarse en la zona de clasificación. En contraste, Hungría buscará dar un golpe de autoridad que le permita escalar posiciones y recuperar crédito en el proceso mundialista.




