La NFL no solo ha sido escenario de grandes hazañas deportivas, sino también de escándalos extradeportivos que han puesto en entredicho la imagen de varios de sus jugadores y exjugadores. En las últimas décadas, múltiples figuras del futbol americano profesional se han visto involucradas en delitos que van desde agresiones y acoso sexual hasta homicidios y peleas de perros. El caso más reciente que vuelve a encender la polémica es el del exmariscal de campo Mark Sánchez, quien ahora enfrenta cargos graves tras un altercado en Indianápolis.
El exquarterback de los New York Jets, Mark Sánchez, fue acusado de delito grave por agresión, además de otros cargos menores, luego de lo que las autoridades describieron como una pelea relacionada con una disputa de estacionamiento en Indianápolis, que resultó en el ahora analista siendo apuñalado por un sujeto de 69 años.
El fiscal del condado de Marion, Ryan Mears, confirmó que Sánchez podría enfrentar una pena de entre uno y seis años de prisión si es declarado culpable. Durante una conferencia de prensa, el fiscal señaló que la investigación sigue abierta y que no se descartan nuevos cargos.

Escándalos de acoso sexual
Uno de los temas más sensibles en la liga ha sido el acoso sexual. Aunque durante la historia de la liga han habido múltiples acusaciones de acoso, el caso del ahora quarterback de los Cleveland Browns, Deshaun Watson, sigue siendo el más escandaloso.
El QB enfrentó acusaciones de más de 40 masajistas que lo señalaron por conducta inapropiada durante sesiones privadas. Aunque el jugador logró llegar a acuerdos legales con la mayoría de las demandantes, la situación dejó una mancha profunda en su carrera y lo llevó a enfrentar una suspensión de 11 partidos y una multa millonaria por parte de la NFL.
En un caso similar, Justin Tucker, pateador de los Baltimore Ravens, también fue acusado de acoso por varias mujeres. Aunque las denuncias no avanzaron judicialmente, su reputación se vio afectada y la liga reforzó sus políticas de conducta fuera del campo tras estos incidentes.

Accidentes automovilísticos
El alcohol y la velocidad han sido otro factor recurrente en los escándalos de jugadores de la NFL. En la temporada pasada, Rashee Rice, receptor de los Kansas City Chiefs, protagonizó un accidente automovilístico en Dallas que dejó un herido. Rice huyó del lugar, lo que complicó su situación legal. Finalmente, logró un acuerdo con la víctima, pero la NFL lo suspendió cuatro partidos por su conducta.
El caso más trágico fue el del exjugador de los Las Vegas Raiders, Henry Ruggs III, quien en 2021 chocó su automóvil a más de 250 km/h en una zona residencial, provocando la muerte de una mujer y su mascota. Ruggs fue condenado a prisión, marcando uno de los capítulos más oscuros en la historia reciente de la liga.

Violencia familiar
La violencia doméstica ha sido otro de los grandes retos para la imagen del futbol americano profesional. El caso más recordado es el de Ray Rice, exjugador de los Baltimore Ravens, quien fue grabado golpeando a su esposa en un elevador en 2014. La NFL fue duramente criticada por su respuesta inicial, lo que llevó a un cambio en las políticas disciplinarias.
Adrian Peterson, leyenda de los Minnesota Vikings, también fue sancionado por golpear a su hijo con una vara, lo que le costó una suspensión completa de temporada. Más recientemente, Tyreek Hill (Miami Dolphins) y Antonio Brown enfrentaron denuncias por violencia y amenazas, aunque en ambos casos lograron evitar procesos judiciales largos. Brown incluso fue acusado de intento de homicidio, pero fue liberado tras un breve arresto.

Los casos más graves, Aaron Hernández y O.J. Simpson
Entre los episodios más impactantes en la historia de la NFL se encuentra el de Aaron Hernández, exestrella de los New England Patriots, quien fue arrestado y posteriormente condenado por múltiples homicidios. Su caída fue tan rápida como trágica, y su historia terminó con su suicidio en prisión en 2017.
Otro caso que marcó un antes y un después fue el de Michael Vick, mariscal de campo que fue enviado a prisión por organizar peleas ilegales de perros, un escándalo que estremeció a la opinión pública en 2007.
Finalmente, es imposible hablar de controversias sin mencionar a O.J. Simpson, quien en los años noventa enfrentó un mediático juicio por el asesinato de su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman. Aunque fue absuelto penalmente, fue declarado culpable en una demanda civil, y su caso sigue siendo uno de los más recordados en la cultura popular.

Estos casos muestran que la NFL sigue luchando por controlar el comportamiento de sus jugadores fuera del campo. Aunque la liga ha implementado políticas más estrictas y programas de prevención, los escándalos continúan apareciendo.




