El próximo 1 de septiembre será una jornada de gran relevancia política y social en la capital: la presidenta Claudia Sheinbaum presentará su primer informe de gobierno, millones de estudiantes regresarán a clases y nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación asumirán protesta. Ante este contexto, surgieron dudas entre la ciudadanía sobre una posible ley seca en la Ciudad de México.

Sin embargo, las autoridades locales aclararon que no se implementará ninguna restricción para la venta de alcohol en supermercados, restaurantes, bares o tiendas de conveniencia. La actividad comercial se mantendrá con normalidad, descartando cualquier aplicación de la medida para ese día.
La llamada “ley seca” no es automática ni obligatoria en eventos oficiales, ya que su aplicación depende de disposiciones emitidas por los gobiernos locales. Históricamente, se ha establecido en procesos electorales, celebraciones religiosas, cívicas o situaciones de emergencia, pero en este caso no existe ningún decreto vigente.

De haberse implementado, la medida implicaría sanciones que van desde multas económicas hasta arresto administrativo y clausura de establecimientos. Sin embargo, al no haber sido decretada, la población puede planear el inicio de septiembre sin afectaciones en este rubro.
Con ello, se confirma que la Ciudad de México vivirá un día de intensa actividad política y social, pero sin restricciones en la venta y consumo de bebidas alcohólicas, despejando la incertidumbre que surgió entre los capitalinos.





