Esmeralda Ferrer, una influencer de Guadalajara con más de 20 mil seguidores en redes sociales, fue hallada sin vida junto a su familia dentro de una camioneta abandonada en la colonia San Andrés. El caso ha sacudido a Jalisco y al país entero por la brutalidad del asesinato.
De acuerdo con la Fiscalía del estado, Esmeralda y su esposo, Roberto Carlos Gil Licea, de 36 años, estaban en la parte trasera del vehículo, cubiertos con bolsas negras y una llanta encima. En los asientos delanteros, se encontraban sus hijos: Gael Santiago, de 13 años, y Regina, de 7. Todos fueron asesinados a balazos.

Un hallazgo que estremeció a todo Jalisco
El crimen fue descubierto cuando vecinos alertaron a las autoridades por el fuerte olor que salía del vehículo. Era una camioneta Ford Ranger gris, ubicada en Calle Jorge Delorme, cruce con Pensador Mexicano. Las primeras líneas de investigación señalan que antes de ser abandonado, el vehículo había ingresado a un taller mecánico en Avenida Ejido.
Personal del Servicio Médico Forense confirmó la causa de muerte: impactos de bala. Los cuerpos fueron entregados a sus familiares el lunes 25 de agosto.

Esmeralda Ferrer: de los lujos a la tragedia
Ferrer se había hecho de una base sólida de seguidores en redes sociales gracias a sus videos de lip sync y contenido de estilo de vida. Mostraba marcas como Gucci, Louis Vuitton, Dior, Dolce & Gabbana y Versace. También compartía imágenes de viajes y un entorno lleno de excentricidades.
En su cuenta de Instagram, destacaba una vida de lujos, fiestas, moda y viajes, además de presumir constantemente a su familia. Pero esa vida que mostraba en internet terminó en tragedia dentro de una camioneta, con toda su familia a bordo.

Las investigaciones siguen
Hasta el momento no se ha revelado un móvil claro. La Secretaría de Seguridad y la Guardia Nacional trabajan de manera conjunta con la Fiscalía del estado para dar con los responsables. La violencia en Jalisco vuelve a golpear con fuerza y deja en evidencia que nadie está exento del crimen, ni siquiera quienes viven rodeados de cámaras y seguidores.




