La cultura en México está de luto. El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) confirmó esta mañana el fallecimiento de Mariana Gándara, una artista interdisciplinaria, directora, dramaturga, docente y gestora cultural que marcó profundamente las artes escénicas en el país.
Nacida en 1984, Gándara, de 41 años, fue mucho más que una creadora: fue una impulsora de nuevas formas de pensamiento en el teatro, el cine y la educación. Su obra, traducida al inglés y portugués, la llevó a romper fronteras con el arte como estandarte. La Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM la definió así:
“Fue una verdadera fuerza creativa en cada una de las disciplinas artísticas en las que participó. Como dramaturga, directora escénica, artista interdisciplinaria, gestora y docente, su pasión y talento dejan una huella imborrable”.

Una vida dedicada al arte
Gándara fue catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y coordinadora ejecutiva de la Cátedra Ingmar Bergman, desde donde impulsó la reflexión crítica en torno al cine y el teatro. También estuvo a cargo de la Coordinación de Artes Vivas del Museo Universitario del Chopo, logrando que se convirtiera en el único espacio con una curaduría permanente sobre lenguajes escénicos contemporáneos.
Su compromiso con el cambio social a través de la educación también fue notable. Participó en el proyecto “La educación en la que creemos” del Colegio de Madrid y fundó el Colectivo Macramé, con presencia en México y Suiza, con propuestas escénicas como Nadie pertenece aquí más que tú, El último arrecife en tercera dimensión y Nada siempre, todo nunca.

Dramaturgia, escena y visión
Además de dirigir obras como Straight, de Guillaume Poix, o Nacidas con furia, de Darka Stocker, fue becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) y del extinto FONCA. También creó el Seminario de dirección teatral, espacio de especialización y diálogo con figuras como Alejandro Luna y Mónica Raya, y colaboró con Alejandro Jodorowsky en la puesta El sueño sin fin en el Teatro de la Ciudad.
Su trayectoria fue reconocida con la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2020, un galardón reservado para mentes que cambian la universidad... y el país. Con su partida, el arte escénico pierde a una figura esencial. Su legado, sin embargo, seguirá provocando, cuestionando y creando.





