Las Eliminatorias rumbo al Mundial 2030 podrían vivir uno de los cambios más importantes en la historia reciente del futbol sudamericano. Mientras el Mundial 2026 comienza a tomar forma con las selecciones ya clasificadas y el sorteo a la vuelta de la esquina, la CONMEBOL trabaja discretamente en un nuevo sistema competitivo que transformaría por completo el camino hacia la próxima Copa del Mundo.
De acuerdo con información publicada por el medio brasileño Globo, la confederación sudamericana estudia implementar un formato estilo Nations League, similar al utilizado por la UEFA y la CONCACAF. Esta propuesta llegaría como parte de un proceso de modernización competitiva tras la edición de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá.
Un formato inspirado en la Nations League
Según la información revelada, el nuevo sistema mantendría uno de los pilares más característicos de la eliminatoria sudamericana: los nueve partidos como local por selección y el tradicional formato de todos contra todos en dos rondas. Este punto busca proteger la esencia del torneo clasificatorio más exigente del mundo, al tiempo que introduce una estructura más dinámica y con mayor frecuencia de actividad internacional.
Bajo este escenario, el Mundial 2030 conservaría las seis plazas directas de CONMEBOL, además de un cupo adicional para el repechaje intercontinental; sin embargo, existe un elemento que mueve especialmente a la confederación: incentivar la competitividad de Argentina, Paraguay y Uruguay, los tres países encargados de albergar los partidos inaugurales del torneo y que clasificarán de manera automática como anfitriones.
Un reto con la FIFA y un Mundial más grande
El principal obstáculo para la implementación de este nuevo sistema radica en la postura de la FIFA. La CONMEBOL busca convencer al organismo de ampliar el Mundial 2030 a 64 selecciones, con el objetivo de conmemorar el centenario del torneo y dar un carácter aún más histórico a la competición; no obstante, esta idea aún no cuenta con apoyo suficiente dentro de la estructura global del futbol.
Además, la confederación propone que cada uno de los tres anfitriones sudamericanos (Argentina, Uruguay y Paraguay) reciba un grupo completo del torneo. Esta modificación elevaría el número de partidos jugados en Sudamérica de tres a 18, lo que incrementaría significativamente la actividad y el impacto económico en la región.
No obstante, este beneficio podría convertirse en un arma de doble filo, pues alteraría la estructura de las Eliminatorias y complicaría la logística del nuevo formato estilo Nations League. El futuro inmediato de las Eliminatorias sudamericanas dependerá de lo que suceda después del Mundial 2026.
La CONMEBOL tendrá que equilibrar tradición, modernidad y políticas internas de FIFA para definir un sistema que mantenga la esencia del futbol sudamericano sin perder competitividad en el ámbito mundial. Por ahora, el debate está abierto y promete marcar un antes y un después en el camino rumbo al Mundial 2030.
