La FIFA defendió este jueves los precios de los boletos para el Mundial 2026, luego de las críticas que surgieron tras revelarse el costo de las entradas para la Fase de Grupos, que en muchos casos duplican el valor de las que se vendieron en Qatar 2022.

De acuerdo con el organismo, los precios establecidos son “acordes a la situación actual del mercado” y responden a un modelo de “precios variables”, una estrategia que, según explicaron, permite ajustar los montos conforme avanza la venta o según la demanda en cada sede.
El anuncio de los boletos generó controversia especialmente en países como México, Estados Unidos y Canadá, que serán las naciones anfitrionas del torneo. Los aficionados reclamaron que los costos son excesivos, mientras que en redes sociales surgieron comparaciones con los precios del Mundial pasado, donde las entradas más accesibles rondaban los 30 dólares.

FIFA responde a las críticas por precios elevados
En respuesta a las quejas, la FIFA aseguró en un comunicado que los precios “no están fuera de proporción” y que reflejan la realidad económica de los países sede. También enfatizó que la intención es mantener un balance entre la rentabilidad del evento y el acceso justo para los aficionados de todo el mundo.
“El modelo de precios adoptado refleja, en general, las prácticas actuales y futuras del mercado en nuestros países anfitriones de importantes eventos deportivos y de entretenimiento, incluido el fútbol”, detalló el comunicado oficial.
Asimismo, el organismo subrayó que habrá boletos desde 60 dólares para la Fase de Grupos, cifra que consideran “competitiva” en comparación con otros espectáculos deportivos de gran escala que se realizan en Estados Unidos.

Modelo de precios variables y distribución regional
La FIFA explicó que el sistema de precios variables permitirá modificar los montos conforme a la demanda en cada sede y fase del torneo, lo que significa que algunos boletos podrían bajar de precio conforme se acerque la fecha de los partidos.
Además, el organismo recordó que mantendrá asignaciones específicas por región, con el objetivo de garantizar que los aficionados locales tengan prioridad en las ventas y acceso a entradas dentro de su rango económico.
Con ello, la FIFA busca evitar la concentración de boletos en mercados secundarios o la reventa especulativa, un problema recurrente en torneos pasados. El organismo insistió en que su objetivo es que el Mundial 2026 sea un evento “inclusivo, accesible y justo” para todos los fanáticos del futbol.





