Sin transmisión abierta. Luego de 17 años y 43 peleas consecutivas, Saúl “Canelo” Álvarez volverá a protagonizar un combate que no podrá ser visto por televisión abierta en México. El próximo 13 de septiembre, cuando se enfrente a Terence Crawford en el Allegiant Stadium de Las Vegas, la señal quedará exclusivamente en manos de Netflix.

El tapatío comenzó a forjar su camino en el boxeo profesional con un imponente récord de 23 victorias, un empate y ninguna derrota, además de haber conquistado ya títulos estatales y el Fedecentro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Su nombre empezaba a sonar en todo el país y estaba por dar un salto crucial en su carrera cuando, el 17 de enero de 2009, disputó los cinturones North American Boxing Federation (NABF) y Latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante Antonio “El Mazatleco” Fitch. Aquella noche, por primera vez, una pelea suya llegó a la televisión nacional gracias a la transmisión de Televisa Deportes.
Desde entonces, convertido en la gran promesa del boxeo mexicano, todas sus peleas pudieron verse en señal abierta, primero en Televisa, luego en TV Azteca y más tarde en ambas televisoras. Durante 43 combates consecutivos, el público mexicano lo acompañó en cada paso: de promesa a estrella mundial, conquistando títulos en cinco divisiones, de wélter hasta peso semicrucero.

Álvarez siempre ha procurado que sus batallas lleguen al mayor número de hogares en territorio nacional, pero esta vez quedó atado de manos. Netflix, dueño exclusivo de los derechos, no permite sublicenciar la señal. “Incluso existe una penalización cercana a los 60 millones de dólares, más el retorno de lo ya pagado”, explicó Carlos Ponce de León, director de RÉCORD.
Así, una de las peleas más importantes de su carrera será también la primera que no podrá disfrutarse en televisión abierta, ni en vivo ni en diferido.





