El cierre de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026 ofrece un contraste marcado entre dos selecciones históricas. Uruguay llega a la última jornada con la tranquilidad de haber asegurado su boleto a la Copa del Mundo, mientras que Chile, sin opciones y en el fondo de la tabla, solo busca despedirse con dignidad en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos.
La Roja atraviesa un ciclo oscuro que parece no tener fin. Tras quedarse fuera de Rusia 2018 y Qatar 2022, Chile sumará su tercera ausencia consecutiva en el máximo torneo del futbol mundial. Con apenas 10 puntos obtenidos a lo largo del clasificatorio, el equipo ocupa la última posición y afronta un proceso de reconstrucción que exigirá replantear tanto la dirección técnica como la renovación de jugadores.
En la otra vereda, los dirigidos por Marcelo Bielsa viven un presente completamente distinto. Uruguay suma 27 unidades y llega en gran forma tras golear 3-0 a Perú en la jornada pasada. El pase ya está asegurado, pero la afición charrúa espera una nueva muestra de carácter en el cierre del camino eliminatorio, que reafirme las credenciales del equipo de cara al próximo Mundial.
Aunque el duelo carezca de impacto en la clasificación, el contexto le otorga matices interesantes. Para Chile, es la oportunidad de rescatar algo de orgullo y despedirse ante su gente con una actuación decorosa. Para Uruguay, es un ensayo sin presión, pero con la posibilidad de consolidar un proyecto que ha devuelto ilusión a su hinchada. En un torneo que ya definió a sus seis clasificados, las miradas también estarán puestas en Venezuela y Bolivia, que aún luchan por un repechaje, pero en Santiago se escribirá otro capítulo de dos caminos que hoy transitan direcciones opuestas.




