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Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

¡A la mie... el 'soñado' quinto partido!

2017-05-17 | IGNACIO SUÁREZ
IGNACIO SUÁREZ
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El periodismo está en peligro de extinción. A todas las mafias les estorba, les incomoda, les impide continuar negocios. La nueva ‘cosa nostra’ está enquistada en el gobierno, en los cárteles, la de los partidos políticos, en el deporte, de maneras diferentes o quizá tan igual que por similares nos provoca confusión.

Si nuestro país fuera lucha libre, diríamos que los ‘rudos’ nos están dando una paliza teniendo al gobierno como un moderno ‘Tirantes’, un cómplice perfecto que reparte disculpas, condolencias y carpetas de investigación como única arma para combatirlos.

Periodistas que retan al silencio están cayendo como pinos de boliche. El lunes fue Javier Valdez, acribillado en Sinaloa, mañana será otro, la próxima otro… el discurso será el mismo. Vendrá la misma condolencia, sólo cambiará el nombre de la víctima. En esta podredumbre que vivimos las esquelas ya se insertan con ‘machote’.

El gobierno por su enorme incapacidad, se me figura a ese técnico que todos hemos visto en el futbol llanero. Ese mismo que se deshace en aspavientos, gesticulaciones y gritos buscando que su equipo gane. Ese mismo que cuando uno de sus jugadores se acerca a pedirle algún consejo táctico para aniquilar al rival que lo está superando, con esa ‘sabiduría extrema' responde convencido: “hay que echarle más huevos cabrón…”. Como si todo fuera sólo cuestión de echarle más huevos.

El gobierno se me figura tanto a ese portero que todos tuvimos en un equipo, que luego de no salir a cortar el centro le anotan cuando le rematan de cabeza en el área chica y sólo se justifica exclamando: ¡cabrones, lo dejaron solo!

El gobierno se me figura tanto a ese defensa, que al saber que está habilitando al delantero sólo se le ocurre levantar la mano pidiendo un inexistente fuera de lugar.

El gobierno se me figura a ese volante gordito al que le faltaba clase, técnica, inteligencia, conocimiento y físico, pero que era un derroche de pundonor, pero sobre todo como mejor cualidad tenía que era el patrocinador oficial del cartón de chelas al final del partido como ‘premio’ a su alineación.

El gobierno se me figura a ese delantero que nadie sabe por qué juega, quién lo trajo, quién lo recomendó, pero se peina con más gel que Cristiano y trae mejores tacos que Messi. Tiene pinta de futbolista caro e igual que nuestro gobierno, da la pinta que sabe… sólo da la pinta, es un tronco.

El gobierno se me figura a esas televisoras que se pasan la vida preguntando, ¿sí fue penal?, promoviendo partidos moleros, pero exigiendo calidad de Campeón del mundo.

Vivimos en un país donde la verdad NO se aplaude, por el contrario, se le persigue, se le fustiga, se le sataniza.

Vivimos en un país donde la verdad, no es verdad sólo porque en una trivia que apareció en la televisión la mayoría votó a favor de que la verdad era mentira.

Vivimos en un país donde la sociedad, el gobierno y el deporte se han mimetizado. El gobierno abre una investigación cada que le faltan fajarse pantalones para tomar decisiones.

En nuestro futbol igual. En conclusión, tenemos un gobierno y un futbol con el resorte del calzón ya muy flojo y gastado, quizá por eso se caen tan a menudo.

Se litiga en la televisión, se sentencia en los medios. En unas se escandalizan por las ‘agresiones’ de Pablo Aguilar y Enrique Triverio, en otras permanecen ciegas y mudas cuando Jesús Dueñas, de Tigres, o Carlos Sánchez, de Rayados, hacen lo mismo. Digamos es una ‘justicia de rating’, hacer pedazos a los norteños NO vende igual, es más, ¡Ni siquiera vende!

Esos árbitros de AMA, tan valientes y solidarios de hace semanas, hoy son mansos gatitos que se acicalan alrededor de los pantalones de ‘Doña Fede’.

Así de cambiantes son estos tiempos modernos. La nueva sociedad NO tiene tiempo de dar tiempo. Quiere análisis y sentencias contundentes en sólo 140 caracteres.

Las nuevas generaciones buscan SU verdad en las redes sociales que NO es lo mismo que la verdad misma. NO importa la razón, la validez sólo si coincidimos o NO con la sentencia.

La verdad NO es un menú que se elige al gusto, la verdad simplemente es, a veces, con un sabor muy dulce, otras veces con un sabor muy agrio y pestilente. La verdad no se otorga por mayoría de votos, porque NO es una democracia.

Ayer en Twitter me preguntaban si mi cuenta era de deportes o de reclamo social. No tuve dudas en mi respuesta: me importa mucho más lo que sucede en el país, lo que legaremos a nuestros hijos y nietos, a si el ‘Piojo’ le mienta la madre al ‘Tuca’.

Sé que los seguidores que tengo lo hacen ya sea por masoquismo o por mis ‘conocimientos’ deportivos y se los agradezco mucho, pero preferiría NO tener uno solo con tal de ver un país mejor, un México sin miedo, sin tanta desigualdad, sin tantas mentiras, sin corrupción, sin esta inseguridad rampante. Eso SÍ me importa, SÍ me puede. Para mí ese soñado ‘quinto partido’ se puede ir mucho a la mierda mientras sigamos así como país.

Bien dijo Valdano: “El futbol es lo más importante de lo menos importante”. Amo este deporte, oficio y odio a quienes lo convierten en opio para distraernos y seguir delinquiendo.

¡Quién carajos quiere escribir de futbol, cuando el lunes mataron a uno más de los nuestros! Silenciaron la pluma de Javier Valdez, pero NO su legado. Callar, dejar de decir las cosas NO es el camino. La gente en el poder prefiere periodistas de Twitter, lectores de boletines.

A muy pocos en el poder les conviene que un periodista pregunte cómo es que un diputado, con su salario y del erario público, puede comprar y mantener un equipo de más de 30 millones de dólares, ni cómo unos ‘constructores’ en Puebla que no tenían ni una sola carretilla pudieron ‘construir’ una fortuna como para comprar dos equipos, o cómo un exgobernador de apellido Moreno Valle está a la caza de algún prestanombres para comprar un equipo.

¿Para qué? Mejor escribamos de la Liguilla y que…. ¡viva la alegría! La fábrica de verdades nos está acabando como sociedad.

El gobierno fabrica sus verdades, la oposición las suyas. En nuestro futbol está sucediendo igual, al final todos coinciden: los ojetes siempre son y serán los ‘otros’.

“Que nos maten a todos, si esa es la condena por reportear este infierno. NO al silencio”: Javier Valdez.

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