La detención de Julio César 'N' en Estados Unidos y su presunta relación con el Cártel de Sinaloa llegó hasta la 'Mañanera' de Claudia Sheinbaum. Durante la conferencia matutina, la mandataria fue cuestionada sobre el caso, ante lo cual negó cualquier tipo de favoritismo o contubernio entre su gobierno y el crimen organizado.
Sheinbaum subrayó que toda acusación debe ser sustentada con pruebas antes de que proceda una carpeta de investigación penal. “Cuando hay una acusación, tiene que demostrarse y, particularmente, si es penal, tiene que haber pruebas para que haya una carpeta de investigación”, afirmó la presidenta.
Ante los cuestionamientos sobre un supuesto trato preferencial hacia el hijo del excampeón mundial de boxeo, Julio César Chávez, Sheinbaum reiteró que su gobierno no establece "relaciones de contubernio con nadie" y añadió que defiende "un proyecto que tiene como eje la honestidad y la justicia”.

La postura del Gobierno frente a los señalamientos
Claudia Sheinbaum también rechazó de manera contundente cualquier vínculo entre su administración y el narcotráfico. “No es nuevo; el narco presidente, no tiene cabida, no tiene asidero en la gente porque cuando se inventan cosas no hay manera de”, dijo en referencia a las acusaciones que sugieren nexos entre el gobierno y organizaciones criminales.
Al hablar específicamente del caso del Junior, agregó que si existe una orden de aprehensión, debe estar respaldada por pruebas y será la Fiscalía quien informe al respecto. "Si hay una orden de aprehensión, como en este caso, pues la Fiscalía tiene que explicar cuáles son las pruebas”.

Fiscalía afirma que se pidió colaboración con Estados Unidos
En la misma conferencia, el fiscal general Alejandro Gertz Manero dio a conocer que desde hace aproximadamente año y medio se solicitó apoyo a las autoridades de Estados Unidos para colaborar en una investigación contra Julio César 'N' por presuntos delitos relacionados con drogas, crimen organizado y tráfico de armas.
Aseguró que durante ese periodo no se recibió respuesta por parte del gobierno estadounidense, a pesar de que ya existía una orden de aprehensión vigente. “Vivía en los Estados Unidos, protegido por las leyes americanas, cuando sabían que había una orden de aprehensión”, aseguró el fiscal.





