El VfB Stuttgart llega motivado a la Supercopa Franz Beckenbauer, que se disputará este sábado 16 de agosto en el MHPArena, con la esperanza de dar la sorpresa ante el Bayern Múnich. Tras conquistar la DFB-Pokal con una victoria 4-2 sobre el Arminia Bielefeld, el conjunto dirigido por Sebastian Hoeneß afronta el reto con la confianza que le otorga jugar en casa y con una plantilla reforzada. “Jugamos en casa, lo cual es sin duda positivo. Por otro lado, nos enfrentamos al Bayern Múnich. Y el Bayern sigue siendo el referente absoluto”, declaró Hoeneß.

Stuttgart confía en su fortaleza como local
El estratega Sebastian Hoeneß sabe que el reto será complicado, pero cree que su equipo tiene la capacidad de competir: “Sabemos que nos enfrentamos a un reto muy difícil, pero sólo son 90 minutos, sin prórroga, y creo que somos más que capaces de dar una buena pelea. En un partido así, todo es posible”. El técnico destacó que al no haber tiempos extra, las posibilidades de sorprender aumentan: “Cuanto más tiempo juegues contra el Bayern, más difícil será al final ganarles. Pero este partido se reduce a solo 90 minutos”, sentenció.
El Stuttgart ya sabe lo que es incomodar al Bayern en casa. En febrero pasado, el equipo derrotó 3-1 a los bávaros, que han caído en dos de sus tres visitas más recientes al MHPArena. Hoeneß confía en que el apoyo de la afición y un partido perfecto les permitan soñar con levantar un nuevo título. “Todo eso debería ayudarnos. Se necesita un día perfecto. Tenemos esa convicción. Por eso también tenemos muchas ganas de que llegue el partido”, agregó.

Refuerzos que ilusionan a la afición
El Stuttgart se ha movido de forma inteligente en el mercado de fichajes, destacando la llegada del lateral derecho Lorenz Assignon, con experiencia en la Ligue 1 y la Premier League. “Es un jugador muy ofensivo por la banda derecha con ideas realmente creativas. El plan es que ayude a dinamizar nuestro juego ofensivo, especialmente por la banda derecha”, explicó Hoeneß.
Además, han incorporado a jóvenes promesas como Lazar Jovanovic, Chema Andrés y Noah Darvich, provenientes del Estrella Roja, Real Madrid y Barcelona, respectivamente. “Los tres tenían 18 años cuando los fichamos. Nuestro objetivo es sacarles el máximo provecho lo antes posible y desarrollar lo que vemos en ellos. Ya han dado señales prometedoras y creemos que pueden asumir un papel importante en el equipo desde el principio”, afirmó el entrenador. Con un lugar asegurado en la Europa League, el Stuttgart busca consolidar su crecimiento y volver a competir en la élite alemana y europea.





