Aaron Rodgers tuvo un debut soñado con los Pittsburgh Steelers y aprovechó la ocasión para enviar un mensaje directo a los New York Jets, su antiguo equipo, después de conseguir una victoria dramática en el MetLife Stadium.
El veterano mariscal de campo, de 40 años, lanzó cuatro pases de anotación, firmando una actuación de 244 yardas sin pérdidas de balón. A su exhibición se sumó un gol de campo de 60 yardas de Chris Boswell, el más largo de su carrera, que aseguró el triunfo por 34-32 sobre los Jets.

Rodgers responde a críticas de los Jets
Tras el encuentro, Rodgers no ocultó la satisfacción que le generó superar a su antiguo equipo, que hace unos meses decidió prescindir de él.
“Fue agradable ganar, sobre todo al escuchar algunos de los silbidos y abucheos. Lo esperaba, en cierto modo me gustó. Pero probablemente había gente en la organización que creía que ya no podía jugar. Fue agradable recordarle a esa gente que todavía puedo”, declaró el quarterback.

Un regreso especial a MetLife
El regreso de Rodgers a Nueva Jersey no estuvo marcado por la arrogancia, sino por la serenidad. El mariscal de campo ingresó al vestidor visitante junto al entrenador Mike Tomlin y al defensivo Cam Heyward, aunque no dejó pasar la oportunidad de reconocer la tensión que existía por su salida de los Jets.
Incluso, al ser cuestionado sobre el actual entrenador en jefe del equipo neoyorquino, Aaron Glenn, Rodgers admitió que había una motivación extra: “Me sentí feliz de haber vencido a todos los que estaban relacionados con los Jets”, afirmó.





