Nueve años, nueve largos años espero la NBA y los aficionados para un Juego 7 en Finales. Oklahoma City Thunder e Indiana Pacers regalaron una serie de ensueño, en la que las duelas del Paycom Center y Bankers Life Fieldhouse tuvieron juegos de alarido, con varios momentos clutch y emotivos.
El guión del Juego 7 fue de una tragedia griega. El primer campeonato de Oklahoma llegó tras una serie de eventos desafortunados para Indiana, siendo el más importante, la lesión de Tyrese Haliburton. Shai Gilgeous-Alexander demostró porque es el mejor jugador del planeta y con unos números de escándalo, logró lo que nunca pudieron conseguir jugadores como Kevin Durant y Russell Westbrook. 
El talón de Aquiles de Haliburton y la tragedia
El balón naranja voló por los cielos y los gigantes aparecieron, pero fue Myles Turner quien ganó el salto. Los primeros dos puntos vinieron gracias un jumper de Andrew Nembhard, que con un toque preciso el balón no tocó el aro. Sin embargo, rápidamente Oklahoma entró de manera inmediata, gracias al mejor jugador de toda la Asociación, Shai Gilgeous-Alexander.
El juego le hizo honor al mote de ‘deporte ráfaga’, ya que cada ataque de alguno de los dos equipos, era contraatacado. Las máximas figuras de ambos equipos respondieron desde el principio, ya que SGA anotó seis puntos y Tyrese Haliburton nueve, cuando el juego se fue al primer tiempo fuera con 6:58 por jugar; el marcador era 14-10 a favor de los Pacers.
Después del tiempo muerto por el Thunder, Alex Caruso entró desde la banca y como el gran sexto hombre que es, anotó dos triples para cerrar el juego. Tristemente, el hombre protagonista por parte de los Pacers, sufrió la lesión antes mencionada en el talón, que lo margino a estar fuera de la duela el resto del partido.
Indiana es un ejemplo de resiliencia, ya que fue lo que mostró durante toda la postemporada. Pascal Siakam anotó siete puntos en el primer periodo (cuatro desde la lesión de Haliburton), por lo que comandó a los Pacers a irse abajo por solo tres puntos, con un marcador de 22-25.
Los Pacers comenzaron el segundo cuarto empatando el marcador a 25, conducto de un triple de Bennedict Mathurin. Tan solo una unidad separó a ambos equipos por más de tres minutos en el periodo, pero, SGA se encargó de volver a poner los tres puntos de ventaja con 8:19 por jugar.
Myles Turner ganó un rebote ofensivo y mandó una asistencia para Aaron Nesmith, que volvió a empatar el juego; pero una vez más, el actual MVP de la NBA le regresó la ventaja al Thunder y llegó a 12 puntos, con 7:14 por jugar en la primera mitad. T.J. McConnell volvió a regresar a Indiana a un solo punto ante OKC, con habilidad y sacando a bailar al flacucho Chet Holmgren.
Ambas defensas se mostraron impecables, pero Indiana logró errores y un tapón de Siakam sobre SGA. Andrew Nembhard sacó la casta por los Pacers en la ofensiva, y con un tiro de la chistera, le dio la ventaja al quinteto de jerseys amarillas antes de finalizar la primera mitad. El marcador fue para la visita con un solo punto de diferencia 48-47.
Segunda mitad y el título de OKC
La segunda mitad comenzó con un frenesí por parte del Thunder. Un rally de 9-3 le devolvió la ventaja, gracias a un acecho implacable de Caruso. Con 9:20 por jugar en el tercer cuarto, Rick Carlisle pidió un tiempo fuera para calmar la hemorragia de los Pacers; ya que ahora el marcador era para OKC 51-56.
Pese al empate de Indiana, con dos libres de Aaron Nembhard y un triple de Myles Turner, tres tiros desde los 7.24 metros, por parte de la triple amenaza del Thunder (SGA, Chet Holmgren y Jalen Williams), provocaron un tiempo muerto más de los Pacers. Aunque, uno de los hombres inesperados volvió a aparecer, T.J. McConnell anotó 10 puntos consecutivos para volver a acercar Indiana, pero una vez más, OKC se alejó por nueve.
OKC puso la primera ventaja de doble dígito en todo el juego con menos de dos minutos en el tercer periodo. Un Paycom Center encendido, una racha 11-2 en los últimos tres minutos y un SGA conectado, fueron solo algunas de las razones por las cuales Oklahoma entró al último cuarto de toda la temporada con una ventaja de 68-81.
Una defensa asfixiante y un triple de Shai Gilgeous-Alexander, para comenzar el último periodo, encendieron aún más las emociones en la duela. OKC no bajó las revoluciones, y después de ganar un reto, la ventaja llegó a 16 puntos. El triple de Jalen Williams con 8:27 por jugar, fue el último clavo en el ataúd de unos aguerridos Pacers; ya que la ventaja máxima llegó a 21 puntos.
El ánimo del equipo más resiliente de la NBA, no decayó. Indiana tuvo una reacción y se acercó a 12 puntos con 4:11 por jugar, por lo que cerró el juego de una manera cardíaca. La nula explosión ofensiva abrió la posibilidad de un pequeño milagro, sin embargo, no fue suficiente. Los aficionados del Thunder festejaron el título que les arrebató LeBron James hace 13 años; pues la pizarra final terminó con un marcador 91-103 junto al anillo.
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