En un nuevo capítulo de tensiones aéreas entre México y Estados Unidos, el Departamento de Transporte estadounidense (USDOT) revocó la aprobación de 13 rutas operadas por aerolíneas mexicanas hacia su territorio. ¿El motivo? Un presunto incumplimiento constante al acuerdo bilateral de aviación firmado en 2015.
La bomba estalló cuando Sean Duffy, secretario de Transporte de EU, informó que la medida entra en vigor de inmediato y afecta no solo rutas ya activas, sino también aquellas que estaban programadas. Entre las empresas afectadas están Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, con rutas hacia Houston, Nueva York, San Juan y Los Ángeles.
Además, quedaron suspendidos los vuelos de pasajeros y carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y se limitó la expansión del “belly cargo” desde el AICM (Aeropuerto Internacional Benito Juárez).
“Desde 2022, las autoridades mexicanas cancelaron y congelaron vuelos de aerolíneas estadounidenses durante tres años sin aplicar sanciones”, acusó el gobierno de Estados Unidos.
Golpe directo al AIFA… y a la alianza Aeroméxico–Delta
Pero eso no es todo: el USDOT mantiene en firme la disolución de la alianza comercial entre Aeroméxico y Delta Air Lines, vigente desde hace casi nueve años. Esta colaboración les permitía coordinar precios, horarios y capacidad en vuelos transfronterizos.
El gobierno estadounidense ordenó el fin de esta sociedad para el 1 de enero de 2026, argumentando que daba ventajas desleales en las rutas entre México y EU.
Delta ya canceló dos vuelos y anunció que suspenderá más si no se revierte la decisión. En su defensa, ambas aerolíneas argumentaron que el acuerdo "beneficia al consumidor" y que su cuota combinada de mercado ronda el 20%, similar a la de American Airlines.
¿Y esto en qué nos afecta?
Delta estimó que el fin del acuerdo podría eliminar hasta 800 millones de dólares en beneficios anuales para los consumidores y provocar la cancelación de dos docenas de rutas. Aunque la batalla legal sigue en pie, lo cierto es que el USDOT no piensa dar marcha atrás, y rechazó cualquier solicitud para extender plazos.
Desde Washington aseguran que las decisiones de México, como la reducción de slots en el AICM o la reubicación de vuelos de carga, rompieron el equilibrio del mercado.
“Washington continuará exigiendo a México el cumplimiento del acuerdo aéreo y el restablecimiento de condiciones equitativas para ambas partes”, advirtió Duffy.
Por ahora, la conectividad aérea entre ambos países queda en turbulencia, y miles de pasajeros podrían quedar varados entre la burocracia y la política.
Volaris ya busca soluciones
Por su parte Volaris, la aerolínea mexicana de ultra bajo costo que opera en México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, informó que “analiza detalladamente el anuncio del Departamento de Transporte (DOT) del Gobierno de los Estados Unidos con el propósito de reducir al mínimo un posible impacto en sus operaciones”.
Mediante un comunicado, la aerolínea informó que “está en estrecha comunicación y coordinación con las autoridades del Gobierno Federal y de la industria a nivel nacional para ver distintas opciones y evitar afectaciones para sus Clientes”.
Por último, Volaris agregó que “está buscando soluciones en caso de que alguna de las rutas que opera hacia Estados Unidos resulte afectada por la propuesta del DOT de revocar la aprobación de 13 rutas de aerolíneas mexicanas hacia ese país en vuelos combinados de pasajeros y de carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)”.
