Tom Brady volvió a colocarse en el centro de la polémica en la NFL, luego de que su doble papel como analista de Fox Sports y accionista de los Raiders de Las Vegas generara cuestionamientos sobre un posible conflicto de intereses.
La controversia estalló después de que Brady fuera captado en el palco de entrenadores de los Raiders, usando un auricular, durante la derrota por 20-9 frente a los Chargers de Los Ángeles el pasado lunes por la noche.

Durante el evento Tuned In de Front Office Sports, Eric Shanks, director general de Fox Sports, rechazó responder sobre el tema: “No voy a responder a eso. Buena pregunta, pero no la voy a responder”, dijo cuando se le cuestionó sobre cómo perciben los aficionados de los Chicago Bears esta situación.
Brady estará en Chicago este domingo, cuando los Bears reciban a los Dallas Cowboys, dos equipos que se verán a los Raiders esta temporada con los Osos enfrentándose al equipo de Brady la próxima semana.

NFL defiende al histórico mariscal
Por su parte, el portavoz de la NFL, Brian McCarthy, aclaró para AP que Brady asistió al palco en su calidad de socio limitado de los Raiders, “No hay políticas que prohíban a un propietario sentarse en el palco de entrenadores o usar un auricular durante un juego”, afirmó.
McCarthy recordó que todo el personal en ese espacio debe cumplir las políticas que impiden el uso de dispositivos electrónicos no autorizados por la liga.

Pese a su nuevo rol en televisión, Brady mantiene un 5% de participación en los Raiders, lo que ha llevado a la NFL a imponer reglas especiales al no poder asistir a reuniones de producción con equipos, pero solo de manera virtual y no poder presenciar entrenamientos ni ingresar a complejos deportivos de otras franquicias.




