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Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Selección Nacional: Nebulosa

2022-06-07 | LUIS GARCÍA
LUIS GARCÍA
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Concluyó la pequeña gira de tres partidos amistosos, diversos sinodales y diversos desempeños del equipo mexicano.

Contra Nigeria fue la mejor exhibición, si bien la alineación fue un híbrido entre los posibles titulares y suplentes, sobre todo el primer tiempo observamos a una cofradía seria, tomando riesgos, siendo rigurosos con el balón, siendo lo mejor tu actuación, Santiago Giménez.

Hoy arrancas en el tercer escalafón hablando de los centros delanteros, estás cerrando la brecha entre tu andar, el de Raúl Jiménez y el de Rogelio Funes Mori, si bien los tres son de condiciones físicas y futbolísticas similares, daría la impresión que estás encontrando sitio, y podrías llegar a contender de verdad y no sólo jugar un papel decorativo.

Se vino Uruguay y les dio una real perspectiva, los puso en su sitio en la orbe mundial, en México; supongo en otras partes del planeta sucede lo mismo, creemos que cada ocasión que se viaja a una Copa del Mundo, los nacionales serán campeones.

Comprendo las dificultades sociales y económicas que tenemos en nuestra nación, y esta necesidad de colocar mi felicidad en la espalda de los futbolistas que nos representan, las emociones se desbordan y es natural, pero existe una exagerada esperanza que nubla el juicio en todos los sentidos.

Es por ello que cruces ante potencias como la uruguaya se agradecen, la bronca es que este tipo de bravíos combates se tienen muy de vez en cuando, no se cuenta con la frecuencia de medirte con serios antagonistas y poder realmente medir el avance o el lugar que se ocupa en el orden mundial, y esto no es culpa de ninguna manera de los futbolistas mexicanos, ellos juegan con quienes se les indique jugar.

Lo de Uruguay fue doloroso, sobre todo el segundo tiempo, los nuestros no compitieron, fueron atropellados, no encontraron nunca soluciones a una abrumadora superioridad celeste.

De salida se buscó jugar con una línea de tres centrales, aspecto no tan común en tu era, Gerardo Martino, máxime que no usaste a ese medio de contención, llámese Álvarez, Romo o Herrera, que se meten entre los dos centrales cuando es necesario, y caminan hacia adelante cuando el juego lo requiere, aquí optaste por Araujo, Montes y Angulo en el fondo, quienes fueron rebasados y exhibidos de grotesca manera.

Uruguay es mejor que México, fue sumamente notorio, sus jugadores en lo individual circundan en clubes de mayor envergadura que los mexicanos, y casi todos son titulares, aspecto que no sucede con la mayoría de jugadores de nuestro país.

Quienes tienen dificultades para hacerse de un medular sitio en sus equipos europeos, salvo luminosas y honrosas excepciones como ustedes, Guardado, Lozano, Corona, Araujo y Jiménez, pero que hoy quitándote a ti Hirving, penosamente el notable rendimiento en Europa de los antes mencionados difiere cuando vienen a jugar con la Selección Nacional, algo pasa que distan del buen nivel que regalan en sus clubes de origen.

La gira culminó con el duelo ante Ecuador, dos selecciones que para mí están en el mismo nivel, por ende fue un juego espeso, con muchas patadas, ambos apelaron al músculo por encima del cacumen, y por ello vivimos un descafeinado cero a cero.

Es verdad que hubo una tercia de jugadas manifiestas de gol, una tuya Jesús Corona en donde saliste incluso lesionado, y del lado ecuatoriano, dos de Romario Ibarra, un remate de cabeza fallado de manera triste y una atajada de antología tuya Guillermo Ochoa, de esas que gustas regalar con frecuencia, fuera de eso, poco y nada.

Tú, Gerardo Martino, que dada tu sabiduría e inteligencia no das entrada al barato debate y algunas burdas campañas particulares que pretenden cambiar al director técnico nacional, cosa que no va a suceder.

Entendiste que era un partido delicado y por ello te abrazaste a las vacas sagradas, Ochoa, Herrera, Moreno, Guardado, Corona y Jiménez fueron de inicio, hiciste bien, poner a los de experiencia a que se hicieran responsables de la frágil situación.

En lo particular, creo que ante Ecuador curaron, en parte, las profundas heridas que les infligieron en su estrepitosa caída pasada, el oponente ecuatoriano poseía menos armas y argumentos para doblegarlos, pero fue una tozuda confrontación, de esas que dejan aprendizaje, de esas que forjan corazas para los momentos definitorias que vivirán en Qatar.

El ejercicio de estos tres partidos ante rivales de mayor relevancia a los que están acostumbrados puso en evidencia ciertas falencias, pero no me pareció tan malo en general.

Las tendencias no se revierten de un martes para el otro, la Selección Nacional viene arrastrando un déficit en su desempeño hace algún tiempo, que deberá modificar gradualmente, no existe otra manera de hacerlo.

Y después del baile que les dieron los uruguayos, el partido ante Ecuador presentaba muchas espinas y riesgos, los cuales minimizaron al máximo, durante varios lapsos del juego se comportaron como un grupo maduro, solidario, e incluso encontraron algunos pasajes de lucidez.

Ese es el sendero, que claro que sigue con piedras y topes, pero que deberán ir limpiando y sorteando en los pocos partidos que les restan de aquí al 22 de noviembre ante Polonia, cruce que sin duda definirá el rumbo de los nacionales en el Mundial.

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