Molotov armó el desmadre. La banda mexicana de rock y protesta celebró tres décadas de música, irreverencia y rebeldía con 18 mil personas reunidas en el Palacio de los Deportes, donde hubo de todo: slam, vasos de cerveza volando, frases incendiarias y el emotivo regreso de Tito Fuentes, quien se había retirado por motivos de salud.
Desde el arranque, Molotov dejó claro que no venía a dar un show tranquilo. Arrancaron con ‘Que no te haga bobo Jacobo’ y a los pocos minutos, Micky Huidobro, fan declarado de los Pumas, se echó una mentada de madre al América para encender a la banda con ‘Chinga tu madre’.

“¡Qué bueno que estamos reunidos aquí esta noche, banda! Nos hemos congregado no sólo por estos 30 años, ¡también estamos aquí para mandar a chingar a su madre al América!”, gritó el músico.
Tito Fuentes, no andaba muerto…
El momento más emotivo de la noche llegó cuando Tito Fuentes apareció para tocar cuatro rolas, desmintiendo rumores sobre su estado de salud e incluso su supuesta muerte como se decía en redes sociales
“Él no puede hablar, pero dice que muchas gracias a todos y que los quiere un chingo”, dijo Micky en tono de broma, ya que Tito ha tenido problemas para hablar tras someterse a operaciones en el rostro.

El guitarrista tocó “Here we kum”, “Noko”, “DDT” y “Voto Latino”, donde cuestionaron la gentrificación con una frase que encendió al público: “¿De quién es la gentrificación? ¿Del que nació allá o del que colonizó?”.
El público, el verdadero protagonista
Aunque Molotov se rifó en cada rola, el público se llevó las palmas. Con múltiples círculos de slam repartidos por toda la pista, el Domo de Cobre se convirtió en un campo de guerra rockero.
Jay de la Cueva, quien también estuvo presente, lo reconoció desde el escenario: “Si yo fuera ustedes estaría ahí en ese círculo bailando”, lo que hizo que los brincos, empujones y chelas voladoras se multiplicaran.

La fiesta cerró con ‘Comprendes Méndez’
Para cerrar con broche de oro, Molotov junto con Pato Machete interpretaron ‘Comprendes Méndez’, el clásico de Control Machete. Fue el final perfecto de una noche épica.
Lo que también sorprendió fue que el rapero de la vieja guardia estuvo todo el concierto junto a los molochos haciendo voces y coros en cada unos de las 30 canciones que se aventaron, una por cada año de vida.

“Felicidades también a ustedes por aguantar 30 años. No fue fácil. A todos los que pidieron una canción en la radio, que compraron un disco, una playera, un boleto. Gracias a todos ustedes por hacernos grandes en esta fiesta de 30 años”, se despidió la banda entre aplausos, sudor y euforia.





