Quien toma, no debe manejar… pero tampoco debe quedar a la deriva. Por eso, una nueva iniciativa presentada en el Congreso de la Ciudad de México busca que los antros, bares y centros nocturnos estén obligados a ofrecer transporte seguro a sus clientes, o de lo contrario, se les aplicarán multas.
Se trata de la Ley de Regreso Seguro, que pretende reforzar la Ley de Establecimientos Mercantiles y asegurar que los lugares con venta de alcohol brinden acceso a taxis verificados, especialmente durante la noche, para prevenir accidentes viales y casos de abuso, robo o incluso secuestro.
“Uno de cada cuatro accidentes viales en la capital está vinculado al consumo de alcohol”, advirtió la diputada de Morena, Elizabeth Mateos Hernández, impulsora de la propuesta.
Taxis verificados, directorios visibles y cero excusas
La propuesta contempla que la Secretaría de Movilidad (Semovi) cree un Directorio Oficial de Transporte Nocturno Seguro, organizado por alcaldía, con taxis concesionados y debidamente registrados. Cada taxi deberá portar una constancia visible (y renovarla cada tres años), mientras que los bares y restaurantes deberán colocar en un lugar visible –ya sea físico o digital– el directorio oficial.
“No tenemos certeza sobre la actualización de los teléfonos si es que los llegaran a exhibir, ni mecanismos que garanticen la disponibilidad del servicio nocturno”, señaló la legisladora.
Además, los establecimientos deberán brindar apoyo a personas que no puedan conducir. Los sitios de taxi, por su parte, tendrán que llevar un registro de viajes “para control y transparencia”.
La seguridad no es un lujo
La diputada también recordó que recientemente se han registrado casos de abuso, acoso, robo e incluso secuestros cometidos por supuestos conductores de apps de transporte, dejando en claro que el transporte nocturno actual no garantiza la seguridad, especialmente para mujeres y personas en situación vulnerable.
“Esta ley busca garantizar un regreso seguro a casa, apoyar al gremio de taxistas y salvar vidas”, puntualizó Mateos.
Si se aprueba, los centros nocturnos que no cumplan podrían ser multados y señalados por no cumplir con una obligación básica: cuidar a sus clientes. La fiesta no tiene que terminar mal, y ahora, los bares también serán responsables de ello.
