La polémica alrededor de los corridos tumbados estalló nuevamente este 13 de noviembre de 2025, luego de que Natanael Cano reaccionara contundentemente a la investigación abierta contra Junior H en Jalisco. El cantante lanzó fuertes críticas hacia las autoridades mexicanas por citar a su colega a declarar tras interpretar la canción El Azul en un palenque de Zapopan.
En redes sociales, Cano expresó su molestia con un mensaje directo: “Qué gobierno tan ridículo el de mi país, qué vergüenza. Todo por cantar música. Ahora quieren que cantemos lo que ellos dicen. Por diooss”. Su reacción se viralizó de inmediato, generando debate sobre los límites entre libertad de expresión y regulación de contenidos musicales en eventos públicos.
El artista también advirtió a sus seguidores sobre lo que considera un intento de control gubernamental sobre la industria musical. En un segundo mensaje, lanzó una advertencia: “Trucha, plebada, primero es eso, primero que nos digan qué cantar, luego es que nos digan qué vestir, qué escuchar, en qué trabajar, así empiezan estos hasta que se te meten a la cocina. Trucha, no siempre estén de acuerdo y aplaudan, luego les va ir peor a ustedes. Ojo ahí”.
Las declaraciones oficiales de Cano, difundidas este mismo día, colocaron nuevamente al género en el centro del debate nacional. Para el cantante, el caso de Junior H es una señal de alarma sobre la posible imposición de restricciones que, asegura, podrían escalar hacia formas más amplias de censura.
El mensaje de Cano también ha generado apoyo entre seguidores del género, quienes denuncian que se está criminalizando expresiones musicales que forman parte de la cultura popular contemporánea.
¿Quién es “El Azul” y por qué fue llamado Junior H a declarar?
El conflicto que detonó la reacción de Cano tiene como origen la presentación de Junior H en Zapopan el pasado 28 de octubre, donde interpretó la canción El Azul, un tema que hace referencia directa a Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul, uno de los narcotraficantes históricos de México.
Debido a la letra del tema, la Fiscalía del Estado de Jalisco abrió una carpeta de investigación contra el cantante por presunta apología del delito. Según el Código Penal de Jalisco, el artículo 142 establece sanciones para quien “haga apología de este o de algún vicio”, disposición bajo la cual se citó al artista para rendir declaración.
Junior H ya acudió a comparecer ante las autoridades, lo que encendió un nuevo capítulo en la discusión sobre si cantar temas que mencionan a figuras del crimen organizado puede constituir delito, o si debe entenderse como parte del derecho a la libertad artística.
El caso generó una ola de reacciones en la industria musical, pues representaría uno de los precedentes más directos de una investigación penal contra un cantante por interpretar una canción en público. Esto ha provocado incertidumbre entre promotores, artistas y fanáticos.
Mientras tanto, autoridades de Jalisco han reiterado su intención de regular espectáculos donde, según su criterio, se normalicen narrativas del narcotráfico. Este posicionamiento ha intensificado el debate nacional, especialmente entre los seguidores del regional mexicano y los representantes artísticos.
Un conflicto que pone al género en un punto crítico
El choque entre artistas como Natanael Cano y las autoridades estatales está redefiniendo el futuro de los corridos tumbados. La comunidad musical teme que este tipo de investigaciones limite la creatividad, los repertorios y la realización de conciertos en diversos estados.
Para Natanael Cano, lo ocurrido con Junior H no debe normalizarse. El cantante insistió en que la regulación excesiva podría escalar rápidamente hacia el control de otras libertades, y pidió a sus seguidores mantenerse atentos a lo que calificó como una señal de alerta.
La controversia se da en un momento en que los corridos tumbados dominan plataformas digitales, festivales y listas internacionales. Sin embargo, también están en el centro de una discusión social más amplia sobre violencia, responsabilidad artística y libertad cultural.
Con las reacciones de Cano, el citatorio a Junior H y la postura firme del gobierno estatal, el conflicto entre libertad creativa y medidas regulatorias se ha intensificado, dejando en evidencia un choque que podría definir el rumbo del género en los próximos años.
