Las Finales en la Liga MX han tenido grandes desenlaces; sin embargo, hay que muchos recuerdan, el Pachuca vs San Luis y no exactamente por ser vistoso sino por lo insípido y falta de emociones que terminó por resultar el duelo decisivo del Clausura 2006.
Recientemente Gabriel Caballero, uno de los jugadores que vivió ese partido sobre el terreno juego, habló, con el RePortero, sobre lo vivido asegurando que es la Final más fea que ha podido jugar como profesional.
“La Final más fea que he jugado yo, contra San Luis, la Final más fea que se ha jugado, porque fue muy feo área técnica de San Luis. Cero a cero el partido, cero a cero el partido de vuelta”, resaltó el ahora entrenador argentino.
¿Por qué fue fea la Final?
Fue una final marcada por el orden táctico, el nervio y la mínima diferencia, los Tuzos del Pachuca se coronaron campeones del Clausura 2006 al vencer 1-0 al sorprendente San Luis, en un Estadio Hidalgo lleno y vibrante que explotó con el gol del título del uruguayo Richard Núñez.
La serie es considerada una de las más defensivas y parejas de los últimos años, para muchos la más aburrida, tuvo en la vuelta su momento decisivo, cuando Pachuca encontró finalmente el hueco para romper la resistencia potosina.
Pocos goles
El primer capítulo, disputado en el Estadio Alfonso Lastras, terminó 0-0, reflejo del planteamiento cuidadoso de ambos equipos. San Luis, bajo la dirección de Raúl Arias, apostó por su disciplina defensiva, la misma que lo había llevado de manera sorpresiva hasta la final apenas dos años después de su regreso a Primera División.
Pachuca, por su parte, intentó proponer con mayor volumen de juego, pero se topó con una muralla potosina que mantuvo la serie abierta. En el duelo definitivo, los hidalguenses salieron decididos a imponer condiciones. Desde los primeros minutos tomó la posesión, empujado por el apoyo de una afición que convirtió el Hidalgo en una caldera.
El momento clave llegó al minuto 78, cuando Richard Núñez tomó el balón fuera del área y sacó un disparo seco y poderoso que se incrustó en la portería potosina, lo que a la postre sería la única anotación para el título de los Tuzos.
