El Acamoto 2025, celebrado del 15 al 18 de mayo en Acapulco, Guerrero, se convirtió en un foco de caos y violencia. A pesar de no ser un evento oficial, atrajo a más de 100,000 personas y 10,000 vehículos, según estimaciones de las autoridades locales.

Durante los días del evento, se registraron al menos ocho personas fallecidas en accidentes relacionados con el festival, así como más de una decena de heridos. Además, se detuvieron a 42 personas por actos violentos y se decomisaron 115 motocicletas por falta de documentación.
Las calles de Acapulco fueron escenario de carreras clandestinas, consumo de drogas y alcohol, y actos de vandalismo. Videos en redes sociales mostraron a motociclistas realizando acrobacias peligrosas y circulando a altas velocidades sin precaución.
JAJAJAJAJA imposible explicarle a un extranjero lo ñero que es este país, sólo es cuestión de disfrutarlo. pic.twitter.com/731ENBCvrR
— El Rey (@MrReyKing) May 19, 2025
Los establecimientos comerciales también fueron afectados. Se reportaron destrozos en tiendas de conveniencia, saqueos menores y múltiples actos de vandalismo en mobiliario urbano. Varios empresarios denunciaron que tuvieron que cerrar antes del horario habitual por miedo a ser víctimas de violencia o robos.
El entorno urbano de Acapulco sufrió graves daños tras los disturbios, incluyendo mobiliario dañado, señalizaciones derribadas, grafitis y acumulación de basura. Las autoridades informaron sobre vandalismo en unidades de transporte público y ataques a estaciones de servicio.
El Acamoto 2025 evidenció la necesidad de una regulación más estricta y una planificación adecuada para eventos de esta magnitud, priorizando la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.





