Jaguares, entre la opulencia y la miseria

Amanece lloviznando en Tuxtla Gutiérrez, por lo menos no hará el calor acostumbrado y eso pudiera ser una buena noticia para algunos que viven en esta ciudad. No tendrán que prender los ventiladores, ni el aire lavado, eso hará que les llegue más barato el recibo de la luz, del cual deben ya dos bimestres. “Si muchas veces no hay dinero para comer, para las medicinas o para algunos trabajos escolares que les dejan a mis hijos, ¡qué chingaos importa el recibo de la luz!” nos dicen con un tono de tristeza, confundida con rabia y desesperanza.

No es para menos. Estamos en junio y para la mayoría desde febrero que NO reciben su sueldo. Sus deudas se han multiplicado, le deben al tendero, al primo, al vecino, al hermano, a los padres. Algunas boletas del Monte de Piedad se han perdido por no poder pagar el préstamo, ahí se quedó alguna joyita familiar y muchos recuerdos con ellos.

Son más de una veintena de empleados perdidos en el limbo. Por supuesto que ellos NO 'sienten su Liga'. Cómo sentirla si Decio de María, Enrique Bonilla y su pandilla los han olvidado. NO sólo los han olvidado, para ellos son invisibles. Son  las  'viudas y viudos' de Carlos Hugo López Chargoy y sus Jaguares cuya lista de  infamias parece interminable.

En esta lista, como en botica de pueblo hay de todo: afanadora, utileros, secretarias, kinesiólogos, nutriólogo, diseñador gráfico, secretarios técnicos, gerentes o directores de operaciones del estadio. En esta historia hay nombres y apellidos, fotos, videos, documentos, testimonios, pero sobre todo mucha rabia, tristeza, impotencia e impunidad…mucha impunidad.

En esta historia de investigación NO pondremos sus nombre reales, porque así nos lo han pedido. Su miedo a represalias, a alguna vendetta es muy grande. Pero todos estos testimonios estarán a la disposición de la Federación o de algún dueño de equipo que se toque el corazón con este grupo para tenderles una mano y  buscar rescate de esta infernal pesadilla que viven día a día, desde hace meses. Quiero suponer que a final de cuentas, ellos son parte de esa gran 'familia futbolística', o acaso ¿cómo esto no es mediático, ni se hará viral, desconocerán  ese parentesco?.

Cómo NO tener miedo si al estilo de los cárteles, los Chargoy les pagaban en EFECTIVO –cuando les pagaban- haciéndolos firmar un recibo en una hoja sin membrete de formato Word para NO dejar ninguna evidencia financiera que los pudiera ser ocupada en su contra.

Hoy el pequeño 'César', un niño especial hijo de uno de estas víctimas, ya NO pudo ir a sus necesarias terapias de lenguaje. Esos 150 pesos de la terapia servirán para la comida de mañana…

Mientras eso sucede en Tuxtla, en Puebla el cielo retiembla ante el estruendo que provoca el ruido de un helicóptero de color rojo que está aterrizando en el helipuerto de la torre JV, en la muy exclusiva zona de la Angelópolis. Un edificio de 30 pisos de color azul hace que el retrato de poderío y riqueza sea perfecto. De ese helicóptero rojo, ha descendido un personaje robusto, barba de candado entrecana, de lentes, enfundado en un 'discreto' saco rosa. Parece Hugo López Chargoy, NO parece… es él.

El dueño también del equipo Puebla, tiene una cita de negocios muy cerca de ahí en un restaurante español de moda donde desfila la crema y nata de la  política y sociedad poblana. Ahí fue recibido amablemente por Rodrigo, el capitán de meseros.

Es un gran cliente VIP y por ello ya le tienen dispuesta la mesa de siempre, hasta donde llegará el infaltable whisky Macallan, el preferido de Carlos Hugo. El chef Christian sabe que el directivo prefiere los mariscos a la carne y para hoy le ha recomendado arroz negro y un salmón a las finas hierbas, acompañados de camarones rellenos de queso de cabra; el platillo es caro, pero vale la pena.  El rostro de Chargoy no luce preocupado, se ve relajado, se acomoda sus lentes y le da un pequeño sorbo a su Macallan en las rocas. La comida luce espectacular, ya viene en camino…

En Tuxtla, en una esquina del estacionamiento del Estadio Víctor Manuel Reyna, en una vetusta tienda de lámina encontramos a  'La tía', una mujer espectacularmente amable, jovial y querida quien desde hace 16 años está ahí. Ella vivió el nacimiento del estadio, de los Jaguares y es ahora testigo triste de su muerte y quizá también de el de su negocio.

Es muy grande su preocupación, pero más su fe. “No sé qué pase. Pero estoy segura de que aquí me van a velar, aquí me quiero morir” dice 'La tía', quien conmovida hasta las lágrimas nos relata anécdotas de sus vivencias con sus muchachos Salvador Cabañas, Lucio Filomeno  y su querido Omar 'El gato' Ortiz –hoy en presidio purgando una pena por secuestro. “Vaya que lloré cuando supe que iba a la cárcel. Tengo muchas ganas de irlo a visitar, pero NO he juntado dinerito. ¿Cómo NO estarle agradecida de por vida si tuvo para mi detalles maravillosos? Para los XV años de mi hija, pasó por sus taquitos aquí y me regaló 5 mil pesos -de aquellos- para que le comprara su vestido. Cada año venía con un 'cartonsote'  lleno de juguetes y zapatos, casi sin usar de sus hijas que les daba a las mías”.

A unos pasos de la tienda de 'La tía' están las oficinas del estadio, hasta ahí desesperados por su situación económica llegó gran parte de este grupo olvidado de Chargoy. Aquello fue un drama, cansados de la incertidumbre, de la falta de pago y noticias, porque los teléfonos de Carlos Hugo ya no responden, sus números de WhatsApp han sido bloqueados para que NO molesten.

Así, en un arranque de desesperación, trataron de 'cobrarse a lo chino' y pensaron llevarse a casa algunas de los televisores de las oficinas, la cafetera, la copiadora o algo que pudieran empeñar para hacerse unos pesos y sobrevivir unos días. Afortunadamente, sólo quedo en un intento… razonaron y supieron que un delito no se combate con otro. Ellos a diferencia de lo que sucede con sus empleadores, NO son delincuentes, son empleados al borde del colapso.

Recuerdan como en pleno torneo, desesperados por la falta de pago, la gente de administración  amenazó hacer un paro días antes de un juego de local. Les pusieron a López Chargoy en el altavoz, quien iracundo explotó diciendo: “¡Se quieren pasar de verga. Mándalos a chingar a su madre a todos!. Y consíguete a otra gente para que te ayude!, le dijo a su interlocutor. Situación que en su momento expuso Eduardo Solís, corresponsal de RÉCORD en esta ciudad (http://www.record.com.mx/futbol-futbol-nacional-liga-mx-jaguares/correlo...).

Para estos más de 26 empleados, desde lo legal NO existe mucho futuro. Han consultado un bufete jurídico, un abogado les advirtió que un proceso así podría llevarles años antes de que se dicte sentencia definitiva y ganen el caso. Si muchos NO tienen dinero para comer, menos tienen para pagar los gastos de un licenciado y tiempo para el proceso.

De sus labores y su profesionalismo hay mil testimonios. La gente de la Federación tenía trato directo con algunos para trámites oficiales cada semana, de otros hay videos, entrevistas de su trabajo en la cancha… Pero, NO hay evidencia de contrato alguno. Para evadir los pagos al IMSS y los impuestos a este grupo se les pagaba en efectivo, sin registrar nada. Incluso, algunos de ellos que trabajaban directo con el primer equipo, viajaban y de los cuales hay mil evidencias, ni siquiera eran registrados ante la FMF. ¿Acaso NUNCA lo supieron Bonilla ni Decio ni nadie en la FMF, si sucedió por años?

No exigir ese contrato, esas obligaciones al contratante, podría calificarse como una estupidez jurídica… yo simplemente le llamaría: necesidad de un empleo… ¿Pongámonos en su lugar por un momento?.

Hoy, uno de ellos busca desde el comercio informal juntar dinero para regresar a San Luis Potosí, de donde llegó con el equipo… Se trajo a su familia, hoy no tiene ni siquiera para el pasaje para emprender el regreso… vienen ya las inscripciones, uniformes, útiles, además debe la renta… se lleva la manos a la cabeza, se le nublan las pupilas... respira hondo para evitar que lo veamos llorar y dice con fe: “Dios es grande, nos ayudara”. Ojalá, en verdad 'el de allá arriba' se acuerde… porque la FMF, seguro que NO, pensé luego de escucharlo.

Mientras tanto en Puebla, la comida de negocios ha terminado, hay tiempo para poder apostar en línea. A Carlos Hugo López Chargoy, le asalta una duda cuando abre el portal de la cuenta de una casa de apuestas. ¿Black Jack, NBA o a las carreras de caballos?. Mmm sin duda alguna una decisión muy, pero muy 'complicada. ¿El monto a apostar?, en eso, ¡NO hay problema! … nos dicen, que aún hay más que suficiente en la línea de crédito por 2 millones de pesos que le dio como forma de pago para que la casa de apuestas luciera como publicidad en la parte frontal-baja  de la playera de Jaguares…   

¿Esto es una novela o una brutal realidad?. La verdad, ya NO lo sé…pero duele, lastima el alma y apenas esta historia comienza. Mañana, les seguiré contando…