La Gran Final del futbol mexicano puso en las tribunas a dos de las aficiones más apasionadas del país, pero el infierno estalló como pocas veces. La fanaticada de Toluca se hizo presente en las inmediaciones del Estadio Nemesio Díez, pero fue un tifo con la figura de un diablo lo que se robó el show.
Una figura imponente de un diablo se hizo presente en las gradas del Infierno, quien como un auténtico ser del averno, se levantó lenta y sorpresivamente. Pero dicha imagen no fue lo único que rugió, sino que el recinto también hizo de las suyas.

El Nemesio fue un infierno
Entre sus fauces más profundas, el Nemesio Díez comenzó a temblar al ritmo de un solo aliento, pero se necesita más intimidar a los nacidos en el Volcán. El calor no es ajeno para los Tigres, pero la ayuda de su gente siempre será importante.
Durante el protocolo, en el que el Himno Nacional Mexicano y el Toque de Bandera resonaron con todo, lo más llamativo fue el grito de la encargada de llevar el balón, quien con el corazón escarlata gritó: "¡arriba el Toluca!".

¿Cómo fue el primer tiempo de la Final de Vuelta?
El partido comenzó con un inicio alterno y dubitativo por ambos, pero el primero en golpear fue el cuadro de Nuevo León. Con un tiro libre, que cobró el hombre insignia e ídolo del club, André-Pierre Gignac, se abrió el marcador, pero todo gracias a un desvío de Fernando Gorriarán.
Sin embargo, después del gol las acciones fueron para el equipo mexiquense, lo que provocó aún más el entusiasmo de la afición. Fue Helinho quien le devolvió el alma a una gran cantidad de aficionados, gracias a una zurda que se incrustó en el palo más lejano de Nahuel Guzmán.
La música, el olor a un Bicampeonato o a un último baile por parte un equipo de época se convirtieron en factores importantes, pero la gente fue quien dio todo. Sin un monarca oficial, el Apertura 2025 continúa abierto.





