Giannis Antetokounmpo no está acostumbrado a vivir momentos como el que atraviesan los Milwaukee Bucks. La noche del viernes, el estelar jugador griego volvió a la duela tras cuatro partidos ausente por una distensión en la ingle y brilló con una actuación de 30 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias en solo 28 minutos. Sin embargo, ni siquiera su impacto sobre el juego fue suficiente para evitar una nueva caída: Milwaukee perdió 118-109 ante los New York Knicks.
La derrota no fue solo un tropiezo más, sino la confirmación de una preocupante tendencia. Los Bucks sumaron su séptimo descalabro consecutivo, algo que no experimentaban desde marzo de 2014, en el año de novato de Antetokounmpo, cuando finalizaron la temporada con un registro de 15-67. Un panorama que contrasta con las aspiraciones recientes de un equipo acostumbrado a competir en lo más alto del Este.

Visiblemente frustrado por la situación, pero también firme en su liderazgo, Antetokounmpo lanzó un mensaje claro dentro y fuera del vestidor: el equipo debe recuperar con urgencia su espíritu competitivo. “Nadie debería tener intereses personales. Nadie debería preocuparse por lo que quiere de sí mismo”, expresó tras el encuentro. “Preocúpense solo por la mentalidad ganadora. Cuanto más ganemos, más se resolverá todo”.
El griego insistió en que la prioridad no puede ser las estadísticas individuales ni la búsqueda de protagonismo, sino reencontrar el camino colectivo que en años pasados los llevó a levantar el título de la NBA. Su discurso refleja la desesperación por evitar que la temporada se les escape demasiado pronto.
Actualmente, Milwaukee presenta un récord de 8-12 y ocupa el puesto 11 en la Conferencia Este, a dos partidos de distancia de la zona de play-in. Un lugar impensado para un equipo que aún cuenta con figuras de la talla de Damian Lillard y que inició la campaña con la expectativa de volver a pelear por el campeonato.
Giannis reconoció que han existido factores que han afectado el rendimiento del equipo, como el cargado calendario y las lesiones que han obligado a varios jugadores a asumir roles más exigentes. “¿Puedo poner como excusa que hemos jugado muchos partidos y que los chicos están cansados? Sí”, señaló. “¿Puedo también poner como excusa que es natural cuando [Kevin Porter Jr.] se lesiona y yo mismo me lesiono? Es natural pensar que uno tiene que llevar una carga…”.
Aun así, enfatizó que esos argumentos no pueden servir como justificación para rendirse ni para que los jugadores se desenfoquen de las prioridades del equipo. “Quizás pienses que es tu oportunidad de conseguir más tiros… Pero así no se ganan los partidos. Así no se construye una cultura”, afirmó categórico.




