La historia personal de Adrián Chávez, exportero mexicano, guarda un vínculo inesperado con una de las grandes figuras del beisbol nacional. El exguardameta reveló que Alfred “Al” Pinkston, histórico bateador de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), fue su padre, un hecho que conoció hasta su etapa adulta y cuando ya era futbolista profesional.
Pinkston, conocido como “El Gigante de Ébano”, llegó a México en 1959 procedente de Estados Unidos para jugar con los Diablos Rojos del México. Su impacto fue inmediato y marcó una época dentro del circuito veraniego. Tras dos temporadas con la novena escarlata, pasó en 1961 a El Águila de Veracruz, equipo con el que jugó hasta 1965, consolidándose como uno de los bateadores más dominantes en la historia de la LMB.
El legado de Al Pinkston en la Liga Mexicana de Beisbol
Durante su paso por la Liga Mexicana, Alfred Pinkston estableció marcas que durante años fueron referencia. Posee el mejor promedio de bateo de por vida con .372 y ganó cuatro títulos de bateo consecutivos entre 1959 y 1962, con promedios de .369, .397, .374 y .381. En 1963 estuvo cerca de sumar un quinto campeonato, que perdió por apenas cuatro diezmilésimas.
Además, durante mucho tiempo fue dueño de récords por temporada como carreras producidas (144), hits (225) y bases totales alcanzadas con imparables (366). Su trayectoria fue reconocida en 1974, cuando ingresó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, confirmando su estatus como leyenda del deporte en el país.
La revelación que marcó la vida de Adrián Chávez
Adrián Chávez compartió que desconocía por completo este vínculo familiar durante su infancia y juventud. “Mi papá vino a México en los años 60’s de Estados Unidos. Vino a jugar beisbol con los Diablos Rojos del México, ahí conoció a mi mamá mexicana, de ahí nazco yo”, relató. Sin embargo, explicó que la verdad le fue revelada mucho después: “Pero yo no me enteré de esto sino hasta que yo tuve 21 años, ya jugando en Necaxa”.
El ex portero detalló que fue una amiga de su madre quien le explicó la historia real. “Yo tenía la versión que Adrián Chávez Garduño había muerto cuando yo tenía dos años, pero me explicó de ‘mi verdadero papá’”, señaló. Chávez también contó que, cuando supo la verdad, Pinkston ya había fallecido. “Yo no tenía idea, pero justo un año antes de yo buscarlo había fallecido. Él falleció en el 81, en el 80 vino a México a un homenaje, pero no tuve la fortuna de conocerlo”, concluyó en charla con Ricardo Peláez.
Parte del contenido de este artículo fue elaborado con asistencia de herramientas de Inteligencia Artificial y revisado por un editor de RÉCORD.
