En una noche de artillería pesada y emociones cambiantes, los Diablos Rojos del México protagonizaron una auténtica exhibición ofensiva al imponerse 17-10 a los Bravos de León en el segundo duelo de la serie disputado en la capital.

La novena escarlata desató una tormenta de batazos que incluyó siete cuadrangulares, con los cuales construyó rallies decisivos de seis y cinco carreras para quedarse con un triunfo lleno de dramatismo y explosividad. El estadounidense Rio Ruiz se robó el show, conectando dos jonrones en una noche redonda en la que se fue de 6-3, con tres carreras anotadas y cuatro impulsadas.
A la fiesta de batazos se sumaron Patrick Mazeika, Allen Córdoba, José Marmolejos, Julián Ornelas y Juan Carlos Gamboa, todos con bombazos que pusieron de cabeza al cuerpo monticular leonés. En total, los maderos capitalinos produjeron 10 carreras solo con sus vuelacercas.

El duelo tuvo tintes de montaña rusa: Diablos llegó a estar abajo 4-2 en la tercera entrada, logró remontar 7-4, y más tarde volvió a perder la ventaja al colocarse 10-7 en la quinta. Sin embargo, el despertar escarlata fue demoledor: tres carreras en la quinta, una más en la sexta y un rally de seis anotaciones en la séptima sentenciaron el encuentro.
En el montículo, Justin Courtney abrió por Diablos, pero apenas logró trabajar 3.1 entradas permitiendo nueve imparables y siete carreras, sin decisión. El bullpen, sin embargo, apagó el fuego: Edwin Contreras toleró tres carreras, pero luego Deolis Guerra, Gerardo Reyes y Nick Vespi se combinaron para colgar ceros en las últimas tres entradas y asegurar la victoria.

Con esta victoria, los Diablos aseguraron la serie y se mantienen como uno de los equipos más sólidos de la temporada. Este domingo buscarán completar la barrida cuando se enfrenten a los Bravos en el último juego de la serie a partir de las 14:00 horas. Faustino Carrera subirá al montículo por León, mientras que Ricardo Pinto será el encargado de abrir por la novena capitalina.