Mike Tyson, una leyenda del boxeo mundial, ha protagonizado uno de los más notables giros en su vida: tras años marcados por excesos, problemas legales y una declarada bancarrota, ha logrado reinventarse como empresario del cannabis, levantando un imperio que no solo lo mantiene económicamente, sino que también conecta con su pasado de lucha interior.

Aunque Tyson fue uno de los púgiles mejor pagados de su época, con ganancias que se estiman alrededor de los 400 millones de dólares durante su carrera, sus finanzas colapsaron. Gastos exorbitantes en automóviles de lujo, fiestas y otras excentricidades llevaron al ex campeón a declararse en bancarrota en 2003. Este momento marcó un punto de inflexión en su vida, donde su fama dentro del ring ya no se traducía en estabilidad personal.

¿Cuál es su negocio?
El resurgimiento comenzó cuando Tyson decidió canalizar su historia personal hacia un terreno muy distinto: el del cannabis legal. Reconocido desde hace tiempo por su defensa del uso medicinal, en 2016 fundó Tyson Holistic, una empresa dedicada al cannabis, con la que ha materializado una visión ambiciosa.
En 2018, Tyson dio un paso clave al romper tierra en California, en un rancho de 40 acres en California City, para levantar lo que llama “Tyson Ranch”: un complejo con cultivo, educación —incluyendo una “Tyson Cultivation School”— e incluso espacios recreativos

Según los planes, parte de esta tierra está destinada a cultivadores maestros (“master growers”), mientras que otra se dedicará a actividades de esparcimiento, como anfiteatro, glamping y producción de comestibles.
En 2021 lanzó su marca Tyson 2.0, con una gama de productos premium: flores con nombres que evocan su carrera pugilística, concentrados, vapes y comestibles. Algunos de sus comestibles más icónicos son las gominolas con forma de la oreja de Evander Holyfield, en referencia al famoso incidente de su pelea de 1997.

Un negocio lo puede llevar a perder la vida
Su expansión ha sido internacional: en 2023 firmó un acuerdo con InterCure Ltd., una empresa de cannabis farmacéutico, para distribuir productos Tyson 2.0 en países como Israel, Reino Unido, Alemania y otros mercados europeos.
El proyecto Tyson Ranch no es solo un negocio: Tyson lo concibe como un espacio de transformación social y bienestar. En entrevistas ha declarado que el cannabis lo ayudó a calmar su mente, lidiar con el dolor físico y superar adicciones pasadas. Además: sin embargo, esto le puede acarrear situaciones e incluso morir, ha usado su plataforma para defender políticas más justas en torno al cannabis: en 2024, Tyson pidió clemencia para personas encarceladas por delitos relacionados con la marihuana, argumentando que muchas de esas condenas son injustas, especialmente para comunidades vulnerables.




