Antes estaba en los foros, actuando como villano en una de las telenovelas más recordadas de la televisión, pero actualmente se ve obligado a ejercer trabajos de cargador y chófer, debido a la necesidad de mantener a sus hijos tras divorciarse.
Ese es el caso del actor Andrés Felipe Martínez, quien interpretó al villano Malcom Ríos en la famosa telenovela colombiana Pasión de Gavilanes, transmitida por primera vez en 2003, y que incluso tuvo su versión mexicana cuando en 2008 Televisa produjo Fuego en la sangre.

De la televisión al trabajo físico
Alejado de los foros, la fama y los altos sueldos que se ganan como artista, Andrés Felipe ofreció una entrevista para el programa Lo sé todo, en la que relató cómo cambió su vida después de divorciarse. Esto lo llevó a tomar la decisión de dejar su país, mudarse a Estados Unidos y buscar estabilidad económica, encontrando trabajo como cargador, repartidor y chófer.
"A mí me tocó duro, me tocaba levantar cajas de hasta 100 libras que enviaban a Colombia y Venezuela con comida.
“Aquí se vive para trabajar. Trabajas, duermes, trabajas, duermes… y sin familia, es muy duro. Hay mucha soledad”, mencionó el villano de telenovelas que también actuó en La mujer en el espejo y Pedro el escamoso.

Lo más importante: sus hijos
El principal motivo que llevó al actor a olvidarse de la fama fue el poder mantener a sus tres hijos.
"Recibir un cheque cada 15 días, eso no tiene precio. Gracias a eso puedo enviar dinero y darles de comer a mis hijos, y eso vale más que cualquier otra cosa", agregó.
No le duele el ego
Por último, Andrés Felipe Martínez negó que le afecte en el ego haber cambiado las telenovelas por trabajos más comunes, señalando que aunque actualmente participa en algunas obras de teatro locales en la ciudad de Atlanta, donde reside, su prioridad no es regresar a su país para actuar.

"La verdad, no me duele el ego porque estoy haciendo lo necesario para sacar adelante a mis hijos. Y eso es más valioso que cualquier fama o reconocimiento”, culminó.
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