El concierto de Lady Gaga en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, atrajo a más de 2 millones de personas y estuvo marcado por un incidente de seguridad, ya que las autoridades brasileñas frustraron un atentado con bomba planeado para el evento.
A través de sus redes sociales y canales oficiales, el Ministerio de Justicia informó que tras el evento del sábado se evitó un ataque con explosivos. "Un estimado de dos millones de personas llenaron la icónica playa de Copacabana en la 'Ciudad Maravillosa' para escuchar a la diva estadounidense, bajo un impresionante despliegue de seguridad", destacaron las autoridades y organizadores del concierto.

Por su parte, la Policía Civil de Río de Janeiro, en conjunto con el Ministerio, publicó en X: "impidió un ataque con bomba que ocurriría en el show de Lady Gaga en Copacabana". La operación resultó en la detención de varios sospechosos, entre ellos un adolescente señalado como uno de los principales responsables del plan.
Según el comunicado de la policía, "los sospechosos reclutaban participantes, incluidos menores, para llevar a cabo ataques coordinados utilizando explosivos improvisados y cócteles molotov". La investigación reveló que el grupo promovía discursos de odio y fomentaba la radicalización de adolescentes, incitando incluso a autolesiones y a la participación en actividades violentas como una supuesta forma de integración social.
OPERAÇÃO FAKE MONSTER | A Polícia Civil RJ, em conjunto com o Ministério da Justiça, impediu um ataque a bomba que ocorreria no show da Lady Gaga, em Copacabana, Zona Sul RJ. O responsável pelo plano foi preso e um adolescente apreendido. pic.twitter.com/oa39v5YWEd
— Polícia Civil RJ (@PCERJ) May 4, 2025
El Ministerio de Justicia informó que reclutadores se disfrazaban de fans de Lady Gaga, llamados "Little Monsters".
Un líder del grupo fue arrestado en Rio Grande do Sul por posesión ilegal de un arma, y un adolescente fue detenido en Río de Janeiro por posesión de pornografía infantil. Los allanamientos se realizaron en Sao Paulo, Rio Grande do Sul y Mato Grosso, con la participación de más de 5,000 agentes, drones y cámaras de reconocimiento facial para asegurar el evento.





