El Gobierno de la Ciudad de México se pronunció este fin de semana luego de que una marcha contra la gentrificación derivara en actos vandálicos, con destrozos en restaurantes y cafeterías de las colonias Roma y Condesa. Las autoridades capitalinas hicieron un llamado enérgico a la no violencia y reiteraron su compromiso con el derecho a una vivienda digna.
“La Ciudad de México no está de acuerdo con la gentrificación. Rechazamos este fenómeno que excluye a la población de sus barrios, colonias y comunidades”, afirmaron en un comunicado oficial.
Durante la movilización, un grupo de personas encapuchadas dañó inmuebles y mobiliario urbano, lo que encendió la discusión pública sobre el fenómeno de la gentrificación, sus efectos y las formas de manifestarse en su contra.

Vivienda para jóvenes y familias
El gobierno local destacó que actualmente se impulsan políticas públicas de vivienda que buscan fortalecer el arraigo de la población local mediante créditos accesibles para el mejoramiento o la construcción de vivienda, así como renta asequible para jóvenes y precios accesibles para la propiedad de vivienda.
“Estamos aplicando políticas concretas para garantizar ese acceso, como nunca antes se había hecho en la ciudad”, señalaron.
Además, aseguraron que se han destinado recursos sin precedentes para que las personas puedan continuar desarrollando su proyecto de vida en sus comunidades de origen.

No a la violencia ni a la xenofobia
El Gobierno capitalino subrayó que, aunque respetan las manifestaciones sociales, no avalan la violencia como método para resolver los conflictos: “Rechazamos la violencia como método para resolver conflictos. Esta ciudad es de derechos y libertades”.
También hicieron un llamado a evitar cualquier discurso o acción que promueva la xenofobia o discriminación hacia personas migrantes, independientemente de su estatus migratorio u origen: “La lucha contra la gentrificación no puede convertirse en una excusa para promover discursos de odio o prácticas discriminatorias”.
Finalmente, recordaron que la Ciudad de México ha sido históricamente un espacio de acogida y refugio, por lo que debe mantenerse como ejemplo de inclusión y respeto a los derechos humanos.





