El mundo del entretenimiento está de luto tras la muerte del actor estadounidense Floyd Roger Myers Jr., conocido por interpretar la versión joven de Will Smith en la emblemática serie El Príncipe del Rap en Bel-Air. El intérprete falleció el pasado 29 de octubre en su casa ubicada en Maryland, Estados Unidos, a consecuencia de un infarto.
De acuerdo con la información confirmada por su madre, Renee Trice, el actor había enfrentado complicaciones cardíacas desde hace varios años. En declaraciones recientes, explicó que su hijo había sobrevivido a tres ataques al corazón antes del que terminó por arrebatarle la vida.

Su hermana, Tyree Trice, lo recordó como “un padre dedicado, un hermano amoroso y un amigo cuya amabilidad, risa y calidez tocó a todos los que conoció”. En redes sociales, amigos y colegas del medio expresaron su tristeza por la partida del actor, a quien describieron como una persona carismática y de gran corazón.
Carrera breve, pero significativa
Myers Jr. se hizo conocido en los años noventa gracias a su papel en la popular serie The Fresh Prince of Bel-Air, donde interpretó al joven Will en uno de los episodios más recordados por los fanáticos. También participó en la miniserie The Jacksons: An American Dream, donde dio vida a Marlon Jackson durante su infancia, y en la serie Young Americans, estrenada en el año 2000.
Aunque su carrera en televisión fue corta, su paso por la industria lo convirtió en parte del legado televisivo de los noventa, una época marcada por producciones familiares y comedias icónicas.

Su vida después de la televisión
Tras alejarse de los reflectores, Floyd Roger Myers Jr. se dedicó a labores sociales y fundó junto a otros colaboradores una organización sin fines de lucro llamada Fellaship Mens Group, enfocada en la salud mental masculina. Su trabajo buscaba crear espacios seguros para hombres que enfrentaban depresión, ansiedad y otros problemas emocionales.

El adiós de un rostro recordado
El actor deja cuatro hijos —Taelyn, Kinsley, Tyler y Knox—, además de un legado que combina la nostalgia de una generación con el impacto de su labor social. Su familia anunció que el funeral se llevará a cabo en los primeros días de noviembre, en una ceremonia privada en Maryland.
Su muerte reaviva la conversación sobre la salud y el bienestar emocional de los artistas que comenzaron su carrera desde niños, muchos de los cuales enfrentan presiones y problemas que trascienden la fama.




