Ni la conmoción ni el respeto por la muerte de una figura pública detuvieron al presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien volvió a colocarse en el centro de la controversia tras publicar un mensaje incendiario sobre el asesinato del actor y director Rob Reiner y su esposa. La pareja fue encontrada muerta en su casa de Los Ángeles, en un aparente homicidio que aún está bajo investigación, pero el expresidente decidió convertir la tragedia en un ataque político.

Mientras la policía procesaba la escena y su hijo Nick Reiner era detenido como sospechoso, Trump escribió que Reiner y su esposa fueron asesinados “supuestamente debido a la ira que causó en otros a través de su masiva, inquebrantable e incurable aflicción con una enfermedad mental conocida como SÍNDROME DE OBSESIÓN CON TRUMP”. El comentario, frío y burlón, desató una ola de críticas instantáneas.
Un mensaje alejado de la empatía
Lejos de ofrecer condolencias, Trump remató asegurando que Reiner “era conocido por volver locas a las personas con su obsesión desenfrenada por el presidente Donald J. Trump”, reforzando así la narrativa que usa para referirse a adversarios políticos. Para muchos, se trató de un mensaje que cruzó líneas éticas incluso para los estándares habituales del expresidente.

La reacción política no tardó. El congresista republicano Thomas Massie increpó públicamente a Trump por su falta de respeto: “Independientemente de cómo te sintieras acerca de Rob Reiner, este es un discurso inapropiado e irrespetuoso sobre un hombre que acaba de ser brutalmente asesinado”. Su postura dejó ver que incluso dentro del partido hay quienes rechazan el tono del expresidente.
Críticas dentro y fuera del Partido Republicano
Otra voz que se sumó al rechazo fue la de Marjorie Taylor Greene, aliada frecuente de Trump pero crítica en este caso puntual. “Esta es una tragedia familiar, no se trata de política o enemigos políticos”, escribió, evidenciando el malestar que provocó el comentario incluso entre figuras que suelen respaldarlo.
El asesinato de Reiner conmocionó al mundo del cine y la política. Director, actor y activista, Reiner era reconocido como una de las voces más visibles del progresismo en Hollywood. En 2017 llamó a Trump “mentalmente incapaz” de gobernar, una crítica que el expresidente nunca olvidó y que ahora, incluso tras su muerte, volvió a usar como arma.

Una constante en el discurso de Trump
El episodio no es aislado. Trump ha utilizado tragedias para golpear a sus adversarios antes. Se burló del ataque contra Paul Pelosi en 2022; habló de “demonizar al enemigo” tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, solo para usar ese mismo hecho como plataforma política. Su frase más reciente lo resume todo: “Odio a mi oponente”.





