Futbolista del campeonato brasileño juega con tobillera electrónica tras salir de prisión

Carvalho jugó 25 minutos con el dispositivo en el tobillo
Carvalho jugó 25 minutos con el dispositivo en el tobillo | FOTO TOMADA DEL VIDEO

El futbol brasileño volvió a sorprender con una historia que combina deporte, justicia y segundas oportunidades. El pasado domingo, Macaé y Goytacaz disputaron la primera final de la Serie B2 del Campeonato Carioca, un encuentro que habría pasado desapercibido de no ser por la presencia en el campo de un jugador cuya vida dio un giro radical en los últimos años. Se trata de Yuri de Carvalho da Silva, delantero del Goytacaz, quien estuvo encarcelado durante siete años tras ser arrestado en 2018 por tráfico de drogas.

Da Silva, que actualmente se encuentra bajo un régimen penitenciario menos restrictivo, fue suplente en el partido de ida y saltó al terreno de juego a los 25 minutos del segundo tiempo. Su ingreso llamó la atención no solo por lo futbolístico, sino porque el jugador portaba una tobillera electrónica en su pierna izquierda, cubierta discretamente durante el encuentro, pero igualmente visible para quienes siguieron la transmisión y para los presentes en el estadio.

El caso del delantero ha generado un amplio debate en el futbol carioca. Desde mayo, cuando la justicia le concedió el cambio de régimen, Da Silva ha podido entrenar y competir con el Goytacaz durante toda la temporada. Sin embargo, no ha conseguido convertir goles y el club ha optado por mantener hermetismo total respecto a su situación judicial, evitando pronunciarse incluso después de la repercusión que generó su aparición en la final.

Más allá del silencio institucional del Goytacaz, la situación obligó a la Federación de Futbol del Estado de Río de Janeiro (FERJ) a emitir un comunicado oficial. La entidad destacó que el deporte debe ser una herramienta para la inclusión social, subrayando que su misión va más allá de lo que sucede en el césped. “La inclusión y la rehabilitación son una función primordial del deporte”, expresó la federación en declaraciones al medio brasileño GeGlobo.

El pronunciamiento de la FERJ buscó sentar una postura ante un caso que podría sentar precedentes en el futbol regional. En un país donde miles de personas buscan reinsertarse socialmente tras cumplir parte de sus condenas, la participación de Da Silva en partidos profesionales plantea preguntas sobre los límites entre la justicia penal y el derecho al trabajo, especialmente en un ámbito tan visible como el deporte.

Aun así, la federación aclaró que el asunto no está cerrado. En el mismo comunicado, señaló que indagará si existe alguna prohibición legal que impida al jugador ejercer su profesión mientras porta un dispositivo de monitoreo judicial. El objetivo, según remarcó, es evitar un “error de juicio” que comprometa tanto al futbolista como a la organización y al torneo.

Mientras se aclara su situación, Da Silva podrá jugar también el partido de vuelta, programado para el próximo domingo 7 de diciembre. Será otra oportunidad para demostrar su compromiso dentro del campo, aunque su presencia seguirá acompañada por el escrutinio público y mediático que ha generado su historia.