El Giuseppe Meazza se prepara para una de sus noches más intensas: Inter y Milan se enfrentan en el primer Derbi della Madonnina de la temporada, un duelo que llega con ambos peleando mano a mano por la cima de la Serie A. El ambiente en la ciudad es eléctrico, desde las calles hasta las redes sociales, donde los aficionados discuten posibles alineaciones, pronósticos y viejas rencillas futboleras.
Inter llega como colíder junto con la Roma, ambos con 24 puntos, mientras que Milan acecha apenas dos unidades por detrás. Esa cercanía convierte el partido en algo más que un clásico: es una batalla directa por el mando del campeonato italiano. Una victoria podría redefinir la jerarquía del torneo justo antes de entrar en la fase más exigente del calendario.
Los dirigidos por Cristian Chivu atraviesan un momento positivo tras imponerse 2-0 a la Lazio, con goles de Lautaro Martínez y Ange-Yoan Bonny. La solvencia mostrada en ese encuentro alimenta el optimismo de la hinchada nerazzurra, que exige mantener el ritmo ganador y, sobre todo, tomar revancha del último cruce ante su eterno rival.
Del otro lado, los de Massimiliano Allegri llegan con una mezcla de frustración y expectativa. Milan desperdició una ventaja de dos goles ante Parma y terminó empatando 2-2, un resultado que dejó dudas sobre su capacidad para cerrar partidos. Sin embargo, el equipo ha mostrado regularidad en la Serie A y confía en que el impulso emocional del derbi vuelva a ponerlos en la senda de la victoria.
Un clásico con cuentas pendientes
La rivalidad entre Inter y Milan siempre trae recuerdos recientes, y el más fresco favorece al conjunto rossoneri. El 23 de abril de 2025, por la Copa Italia, Milan se impuso 3-0 con doblete de Luka Jović y un gol de Tijjani Reijnders, una actuación dominante que aún resuena en el vestuario y en la afición. El derbi de este fin de semana es, para muchos, la oportunidad perfecta de ajustar cuentas.
Inter intentará imponer su estilo: presión alta, control de ritmo y un ataque liderado por Lautaro, protagonista habitual en los grandes escenarios. El equipo confía en que su solidez defensiva y su capacidad para manejar los momentos del partido serán claves para sostener el pulso por el liderato.
Milan, en cambio, apuesta por la inteligencia táctica de Allegri, la creatividad en mediocampo y la velocidad para castigar cualquier descuido rival. Saben que un triunfo en campo enemigo no solo los colocaría en la cima o muy cerca de ella, sino que enviaría un mensaje rotundo al resto de Italia: están listos para pelear por todo.




