PSV firma una goleada histórica en Anfield ante un Liverpool en crisis

PSV firma una goleada histórica en Anfield ante un Liverpool en crisis
Dominaron al Liverpool | AP

El PSV Eindhoven sacudió Anfield con una de las victorias más resonantes de su historia europea. El conjunto neerlandés asaltó el templo red con un 1–4 contundente, merecido y que deja al Liverpool sumido en una crisis profunda, siete goles encajados en sus dos últimos partidos como local y una sensación de fragilidad que hiela a la afición.

Lo visto en la noche de Champions no fue un accidente, sino la confirmación de un desplome futbolístico alarmante, con errores defensivos graves, falta de contundencia y un equipo que, pese a la posesión y los intentos aislados, nunca consiguió dominar emocional ni tácticamente el encuentro.

Siguen en caída libre
Siguen en caída libre | AP

Un arranque con regalo y cuesta arriba para el Liverpool

El Liverpool comenzó su propio hundimiento muy pronto. En apenas cinco minutos, una acción inexplicable de Van Dijk, que levantó el brazo dentro del área en un despeje, concedió un penalti absurdo. Perisic lo transformó con frialdad para el 0–1 y silenció la grada de Anfield antes de que el reloj tocara el minuto 10.

Los reds estaban completamente desordenados. El PSV presionaba arriba, Dest ganaba duelos a Gakpo, la zaga local sufría cada balón que caía en el área, y Mamardashvili sostenía con solvencia una salida de balón que el Liverpool no sabía interpretar.

Sin embargo, un error de Kovar dio vida al equipo de Slot: despeje centrado, Szoboszlai apareció sin oposición y marcó a placer el 1–1 (16’). El gol activó al Liverpool, que comenzó a rondar el segundo con ocasiones claras de Ekitike, Kerkez y Gakpo, pero la falta de eficacia dejó el partido empatado al descanso.

Golearon a los reds de visita
Golearon a los reds de visita | AP

La debacle: del equilibrio a la caída libre

El segundo tiempo trajo una tormenta roja… pero sobre su propia portería. El PSV detectó que podía hacer daño y lo hizo sin piedad. En el 56’, un pase vertical dejó a Til mano a mano ante Kerkez, al que superó con una facilidad desconcertante. Su remate cruzado devolvió la ventaja a los visitantes: 1–2.

A partir de ahí, el Liverpool se descompuso completamente. Las lesiones —primero Ekitike, luego el ingreso forzado de Isak— y la falta de reacción en el banquillo agravaron todo: Slot apenas hizo dos cambios en una noche que pedía cirugía mayor. El PSV, lejos de replegarse, olió sangre

Siguen en crisis
Siguen en crisis | AP

El golpe definitivo: doblete de Driouech y fiesta neerlandesa

El 73’ fue el preludio de la humillación: un disparo del PSV volvió a superar con facilidad las líneas rojas, rebotó en el palo y Driouech, solo, firmó el 1–3 entre el desconcierto defensivo local. Los silbidos empezaron a bajar desde las gradas, mientras Van Dijk y Konaté aparecían totalmente señalados.

En el descuento, con un Liverpool volcado sin fe ni ideas, el PSV volvió a encontrar espacios como si el partido estuviera comenzando. Driouech definió con pausa para su doblete y el 1–4 final (92’), que se celebró como una gesta entre los más de 2.000 hinchas neerlandeses desplazados.

La imagen final fue devastadora: aficionados locales marchándose antes del pitido final, rostros de preocupación en la plantilla y un equipo completamente superado en casa y en Europa.

Se llevaron los tres puntos
Se llevaron los tres puntos | AP