El Santiago Bernabéu continúa redefiniendo la experiencia de un partido de futbol. Si su videomarcador 360 y su techo retráctil ya lo habían convertido en una joya arquitectónica y tecnológica, ahora el estadio madridista añade un elemento más a su espectáculo: el sonido del rock.
Desde El Clásico ante el Barcelona, el Real Madrid ha incorporado un nuevo juego de luces y una presentación especial en el marcador para anunciar su alineación.

Pero fue en el encuentro frente al Valencia cuando el ritual alcanzó una nueva dimensión con la inclusión de un “himno” inesperado: “Enter Sandman” de Metallica, uno de los temas más icónicos del rock mundial.
Cuando las luces del Bernabéu se atenuaron y comenzaron a sonar los potentes acordes del clásico de la banda californiana, el estadio entero vibró.

El speaker del club recitó, uno por uno, los nombres de los once titulares mientras más de 80 mil aficionados coreaban al unísono, creando una atmósfera electrizante que unió música, pasión y espectáculo.
El gesto no pasó desapercibido entre los aficionados, quienes inundaron las redes sociales con videos y comentarios celebrando la iniciativa. La elección del tema, con su energía y su mística, refleja el carácter competitivo y contundente que el Real Madrid busca proyectar en su fortaleza blanca.





