El Hampden Park de Glasgow fue testigo de una segunda parte de infarto en el enfrentamiento entre Escocia y Dinamarca, con un desenlace absolutamente dramático que vio a los Tartan Army sellar una victoria memorable y, lo más importante, confirmar su clasificación a la próxima Copa del Mundo. Lo que comenzó como un partido tenso y de pocas ocasiones claras, se transformó en un carrusel de emociones, goles y una expulsión que inclinó la balanza.

El partido no tardó en encenderse, y fue Escocia quien golpeó primero. En el minuto 3, el centrocampista del Manchester United, Scott McTominay, demostró su olfato goleador al abrir el marcador con una asistencia de Ben Gannon-Doak.
Sin embargo, el resto de la primera mitad se caracterizó por el control y la presión de Dinamarca, que buscó incesantemente el empate. Los daneses generaron múltiples acciones de peligro, destacando los remates bloqueados de Rasmus Højlund y las intervenciones de la defensa escocesa. A pesar de los esfuerzos, el marcador se mantuvo 1-0 al descanso.
VAR, gol y expulsión
La segunda parte comenzó con el mismo ímpetu danés. En el minuto 53, una falta de Andrew Robertson sobre Gustav Isaksen fue señalada como penalti. Tras una tensa revisión del VAR que confirmó la pena máxima, el joven delantero Rasmus Højlund transformó el tiro libre en el minuto 57, poniendo el 1-1.

Pero el destino del encuentro cambió drásticamente instantes después. En el minuto 62, el defensa danés Rasmus Kristensen cometió una falta sobre John McGinn que le valió su segunda tarjeta amarilla, resultando en una tarjeta roja y dejando a Dinamarca con diez hombres por el resto del partido.
Festival de goles
La superioridad numérica revitalizó a Escocia. El técnico Steve Clarke movió el banquillo, dando entrada a Lawrence Shankland y Ché Adams. La decisión dio frutos inmediatamente. En el minuto 78, Lawrence Shankland marcó el segundo gol escocés tras una asistencia de Lewis Ferguson, desatando la euforia en Hampden Park.
No obstante, Dinamarca, pese a estar con uno menos, reaccionó con orgullo. Solo cuatro minutos después, en el 82', el lateral izquierdo Patrick Dorgu batió al portero escocés con asistencia de Andreas Christensen, silenciando momentáneamente al estadio y volviendo a empatar el partido, 2-2.

Final de locura y clasificación al Mundial
El epílogo del partido fue pura agonía y éxtasis para los escoceses. Cuando el tiempo de descuento se acercaba a su fin, Escocia desató una ráfaga imparable.
En el minuto 90'+3, el defensa Kieran Tierney aprovechó un rechace en el área para mandar el balón al fondo de la red. ¡Gol y 3-2 para Escocia! La celebración fue frenética.
Pero la fiesta no terminó ahí. Dos minutos después, en el 90'+8, el centrocampista Kenny McLean sentenció el partido con un cuarto gol, sellando el marcador final en un impresionante 4-2.}

El árbitro dio por finalizado el encuentro tras el gol, confirmando la épica victoria escocesa. Con estos tres puntos cruciales obtenidos en el último aliento, Escocia sella matemáticamente su pase a la Copa del Mundo, desatando una euforia histórica en todo el país.




