El equipo de los New York Jets ha protagonizado un movimiento sorpresivo en la NFL: el cornerback estrella Sauce Gardner fue traspasado al Indianapolis Colts a cambio de dos selecciones de primera ronda del draft, según reportaron fuentes de Adam Schefter para ESPN. La operación marca un auténtico terremoto entre defensivos de élite y abre un nuevo capítulo para ambas franquicias.
Gardner, considerado uno de los mejores cornerbacks de la liga desde su llegada en 2022, deja Nueva York tras un contrato histórico y una carga de expectativas mayúscula. Ahora, en Indianapolis, tendrá que responder al reto de ser la piedra angular de una defensa que busca dar el salto de calidad definitivo.

Una figura construida para dominar la cobertura
Ahmad 'Sauce' Gardner nació el 31 de agosto de 2000 en Detroit, Michigan, y jugó colegialmente en los Cincinnati Bearcats antes de ser seleccionado con la 4ª posición global en el Draft NFL 2022 por los Jets.
Desde su temporada de novato, Gardner se impuso como un shutdown corner: lideró la liga en pases defendidos, fue elegido Defensivo Novato del Año y se convirtió en el primer esquiva-recepciones desde Ronnie Lott en lograr All-Pro en su campaña de debut.

Su rapidez, tamaño y mentalidad han sido reconocidos como armas imprescindibles en la era moderna de la NFL, donde los receptores y conceptos ofensivos evolucionan sin pausa. Durante su tiempo en los Jets, Gardner acumuló múltiples premios: dos veces All-Pro de primer equipo, dos Pro Bowls y la consolidación de una marca personal de elite para su posición.
El traspaso que sacude la liga y lo que viene para ambas franquicias
La llegada de Sauce Gardner a Indianapolis es considerada un golpe estratégico para los Colts, que entregaron dos selecciones de primera ronda (2026 y 2027) y el receptor Adonai Mitchell al Jets, según reportes de NBC New York. Esta transacción refleja la intención de los Colts por reforzar su defensiva con una figura de top en la NFL, mientras la era Gardner-Jets llega a su fin prematuramente.

Para los Jets, quienes enfrentan una campaña difícil, traspasar a su jugador franquicia es también una señal de reconstrucción o cambio de dirección. En un entorno donde Gardner ya había firmado una extensión por un valor récord, la operación abre dudas sobre los planes a largo plazo de la organización.
Para Gardner, el reto es mayúsculo: adaptarse a una nueva vestimenta, nuevas exigencias y expectativas, pero también demostrar que puede liderar una defensa desde el primer día y recuperar esa consistencia dominante que lo lanzó a la élite. Su destino en los Colts, y el impacto que tendrá, definirán si esta inversión fue acertada.





