Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles venderán los derechos sobre el nombre de algunos de sus recintos en acuerdos que se espera aporten varios millones de dólares a las justas de verano de 2028, rompiendo así la política largamente sacrosanta del Comité Olímpico Internacional de mantener los nombres de marcas fuera de sus arenas y estadios.
El comité organizador anunció el histórico acuerdo el jueves al indicar que ya había contratos en vigor con dos de sus socios fundadores: Honda, dueño de los derechos de nombre para la arena en Anaheim que albergará el voleibol, y Comcast, que tendrá su nombre en el recinto temporal que acogerá el squash.

Casey Wasserman, presidente y CEO de LA28, afirmó que los ingresos de los acuerdos superan lo que está en el actual presupuesto de 6.900 millones de dólares de Los Ángeles.
Wasserman dijo que también dedicó tiempo a explicar a los miembros del COI cómo los nombres de arenas y estadios son parte del léxico en los deportes estadounidenses. “La gente conoce ‘Crypto’ como 'Crypto', no lo conocen como ‘la arena de gimnasia del centro’", dijo Wasserman sobre el feudo de los Lakers, la Crypto.com Arena, que albergará gimnasia y boxeo en 2028.

Podrían estar disponibles derechos para hasta 19 recintos temporales. Los patrocinadores más grandes del COI, llamados patrocinadores TOP, tendrán la primera oportunidad de participar en los acuerdos. Wasserman dijo que no se renombrará ningún recinto, por lo que, por ejemplo, si los organizadores no llegan a un acuerdo con SoFi (ceremonias de apertura y clausura, natación) o Intuit (baloncesto), ningún otro patrocinador podrá poner su nombre en la arena.
No se incluyen en este nuevo arreglo el Coliseo de Los Ángeles, el Rose Bowl y el Dodger Stadium, algunos de los recintos más icónicos de una ciudad que albergó los Juegos Olímpicos en 1932 y 1984. Los organizadores dijeron que las reglas del COI que prohíben la publicidad en el campo de juego seguirán aplicándose.
El acuerdo se suma a una lista creciente de adaptaciones impulsadas para Los Ángeles, que una vez más está lista para remodelar la marca olímpica, de manera similar a como lo hizo en 1984.

Wasserman dijo que la posición del comité organizador como entidad privada juega un papel importante en su relación con el COI. “Dedicamos el tiempo, hacemos el trabajo, presentamos el argumento y no nos conformamos con un ‘no’, porque no tenemos ese lujo", afirmó.




