¿Me da mi calaverita?

De lo que viene pedimos nuestra calaverita los aficionados en México: queremos disfrutar ese cierre frenético y dramático por ocupar las últimas posiciones de cara a la Liguilla, para que después aparezca la lucha intensa en el Repechaje a único partido y luego, la Fiesta Grande por el título. Viene la mejor parte.

Para fortuna del americanismo, el equipo de Solari llenó la bolsa de golosinas con mucha anticipación, porque hoy andan ‘brujas’. Único calificado, pero líder insípido que no asusta.

Después viene un grupo de ocho revoltosos disfrazados de forma similar que amenazan en cada puerta con ‘dulce o travesura’ por uno de los tres boletos directos que restan. ¡Ocho! De auténtico manicomio.

De este pelotón, dos tienen un choque pendiente el miércoles, enfrentamiento directo: Cruz Azul ante León, con tendencia a favor de La Máquina, que ahora se puede colar hasta el subliderato. ¿Cuál campeonitis?

Y luego vienen los rezagados, a los que les tocan los caramelos que ninguno de los adelantados quiso, pero que aún tienen ilusión por colarse, siete que se aferran de forma mediocre al Repechaje, entre ellos Chivas y Pumas, de lastimoso torneo, dos grandes que conservan las máscaras que infundían terror en el pasado, pero que ya están gastadas y son blanco de burlas.

Sólo dos equipos están eliminados a pesar de la feria de oportunidades que ahora reparte la Liga MX. Que se cumpla la promesa de vivir lo mejor de nuestro futbol, para que no termine por espantar a los aficionados un torneo que casi no da espectáculo.