CHIVAS, EL EQUIPO DE 'TODOS'
Las Chivas son una verdadera pachanga, viven un descontrol constante y atraviesan una de sus peores crisis de identidad, control y poder, que extraña por la familia a quien pertenece. Nadie asume su rol que le corresponde, ni jugadores en cancha, dueños del equipo, directivos en su escritorio, y hasta las voces externas (representantes, patrocinadores, socios, exjugadores, etc.) que se dejan sentir, escuchar y por momentos intentan tomar decisiones en el club vía algunos integrantes del equipo, en busca de ganar y ganar terreno, como es en la mayoría de los clubes de primera división, y en donde por lo regular construyen desde su perspectiva una zona de control del equipo por encima de quien sea y cómo sea, un poder fantasma, que no sé cómo pero se hace sentir.
Estas Chivas están extraviadas desde la cabeza hasta los pies, en las últimas semanas varias voces se han dejado escuchar, entre ellas las de algunos jugadores, que obvio ya no juegan, otros directivos de segundo rango y por momentos los de escritorio principal en contra de la continuidad del actual entrenador, aunque al quite entraron otros de la misma índole para defender el proyecto y manifestar su total repudio a cortar a otro cuerpo técnico más sin ser el responsable directo de la crisis de resultados y futbol que presenta el equipo.
Afortunadamente no estaba en el país el dueño del equipo, Amaury Vergara estaba concentrado en otros negocios, que hoy en día le generan más y mejores satisfacciones que las Chivas.
A su regreso de inmediato se reunió su primera plana para una radiografía de lo que pasa en el equipo, la cual es el reflejo de lo mismo que sucedió con Tomás Boy, Luis Fernando Tena, Víctor Manuel Vucetich, Marcelo Michel Leaño, y el que me digan de los últimos tres años en el conjunto rojiblanco. Las voces que intentan mover el proceso de Cadena, y que día a día suman a sus filas a más jugadores desde Fuerzas Básicas hasta el primer equipo, y uno que otro directivo que hace segunda para sumar a su supuesta fuerza, no han sido del todo escuchados y recibidos.
Ricardo Peláez y compañía continúan en el limbo en cuanto a cortar o darle seguimiento, ya que sabe que está en juego su última carta como principal cabeza deportiva del equipo, por lo que escucha y medita con la almohada, donde hay menos ruido.
EN EL VESTUARIO
En el vestuario, los jugadores comienzan a tomar cada día un rol más protagónico y que creo no les debería de corresponder, ya que lejos de que defiendan al entrenador o que en muchas ocasiones, como en todos los equipos del mundo, confabulen para ir en contra, en esta ocasión el grupo prefiere, en su mayoría, la continuidad de Cadena, al ser un técnico que pueden llevar de mejor manera, y platicar y dirigirse más directamente, y porque un cambio de timón a estas alturas los dejaría más perdidos de lo acostumbrado, por eso la muestra que se tuvo al final del juego frente al Atlas.
Mientras que el dueño del equipo trata de darle a cada uno su lugar y escuchar tanto a sus afiliados, directivos, jugadores y entorno, aunque su presencia el sábado en la clavija del Akron era para darse cuenta de cómo se veía el equipo y cómo respondía ante una situación adversa. Esta semana será fundamental para Chivas ya que no participará a mitad de la misma, y será hasta el viernes que se tenga el juego de la Jornada 10 frente a Necaxa, donde la actitud y resultado dictarán la siguiente decisión para el equipo y será exclusiva por orden directa del dueño de las Chivas, a quien de nueva cuenta no se le han dado los resultados que ha pedido y exigido.
Estas Chivas parecen ser un equipo para todos y de nadie. En donde todas sus participantes internos y externos opinan, sugieren e intentan sacar provecho personal, en lugar de un beneficio colectivo que tanto le hace falta a este equipo, que día a día pierde la grandeza y en su afición la capacidad de asombro por cómo lo hacen, unas Chivas que han sido maltratadas y no por falta o poco interés, sino por las malas decisiones, proyectos mal llevados y promesas inconclusas, una afición maltratada que a cambio se le ha ofrecido entradas gratis y no compromiso y responsabilidad al portar desde el escritorio hasta la cancha una de las dos playeras más importantes del futbol mexicano.
El Guadalajara hoy necesitan orden y control que se transmita de arriba hacia abajo, le urge una limpia interna y una sacudida en todas sus ramas, Chivas no puede existir de su pasado exitoso, ya lejano por cierto y que día a día les juega en contra a las Chivas de todos.




