El propósito antes que la comodidad

María del Mar Salinas

Con más de 20 años de experiencia en comunicación estratégica, actualmente se desempeña como coach ejecutivo y de vida, abordando cada situación con empatía y desde diferentes perspectivas.

El propósito antes que la comodidad
El propósito antes que la comodidad | RÉCORD

María del Mar Salinas

Con más de 20 años de experiencia en comunicación estratégica, actualmente se desempeña como coach ejecutivo y de vida, abordando cada situación con empatía y desde diferentes perspectivas.

Martín Varini, con apenas 34 años, es el técnico más joven en dirigir a un equipo de Primera División en Cuartos de Final. Y aunque eso es lo que hemos escuchado y leído esta semana sobre él, lo más interesante de su historia no está en las canchas, sino en las decisiones valientes y arriesgadas que ha tomado a lo largo de su vida y que han moldeado su liderazgo.

Con tan solo 22 años tomó su primera gran decisión: renunciar a su sueño de ser futbolista para dedicarse a sus estudios universitarios. Esto, sin duda, significó un duelo. Soltar una profesión para regresar a las aulas, y sentir que se deja atrás parte de la identidad, nunca es fácil. Pero el futuro entrenador, aunque aún no lo sabía, estaba forjando algo más profundo: su propio camino.

Muchas veces planeamos la vida como si realmente eso fuera posible. Tomamos decisiones basándonos en el "debería", en lo que creemos "correcto" o en lo que imaginamos que nos acercará a la meta. Y dejamos fuera lo que queremos, lo que nos llena, lo que genuinamente nos hace felices.

Años después de aquella renuncia, Varini creció profesionalmente, pero la espinita del futbol seguía ahí. Comenzó a estudiar para ser director técnico y, cuando el Defensor Sporting se enteró, lo llamaron para dirigir en las fuerzas básicas.

Ese fue un momento clave en su vida y en su liderazgo interno. Decidió dejar un trabajo estable, un buen puesto y una vida "segura" para dedicarse a lo que realmente amaba. Él mismo ha declarado que aceptó ganar mucho menos de lo que percibía con tal de entregarse a su vocación, una vocación que se construye desde el propósito y no desde el ego.

La frase "confía en el proceso" cobra un sentido profundo al mirar la trayectoria de Varini. Lo que parecía alejarlo de su pasión simplemente lo volvió más capaz, más analítico y mejor preparado.

Su historia nos invita a ser más flexibles en la toma de decisiones, a atrevernos aun cuando parezca que estamos sacrificando algo. Porque, en realidad, el sacrificio es mayor cuando seguimos un camino que no hace latir nuestro corazón.

Dejar el futbol para estudiar una carrera, y luego dejar la carrera para volver al futbol, no son decisiones contradictorias: es coherencia interna. Martín Varini ha vivido alineado a lo que quiere y no a lo que "toca", desde la autenticidad y el propósito, sin buscar la aprobación externa. Se ha atrevido a comenzar de nuevo más de una vez.

Y aquí quiero resaltar dos ideas muy importantes: La primera, que nunca comenzamos desde cero, aunque así lo parezca; siempre comenzamos desde experiencias y aprendizajes. La segunda, que jamás es tarde para iniciar aquello que siempre hemos querido, para tomar el camino que realmente nos mueve.

No siempre podemos elegir lo que nos sucede, pero sí podemos decidir cómo respondemos y qué tipo de vida queremos construir y vivir.

El liderazgo empieza cuando dejamos de vivir la vida esperada y nos atrevemos a vivir la vida que de verdad tiene sentido.